Los Macerados

Los Macerados

Los macerados, utilizados en agricultura, son preparados que se utilizan para diversos fines pero, básicamente, como fertilizantes o como sustancias repulsivas para algunos patógenos.
Las sustancias vegetales de las que se pueden obtener macerados son muchas y particularmente útiles en la producción ecológica; cada planta tiene propiedades, dosis y características particulares específicas.
La maceración es una operación de solubilización que consiste en tratar determinadas sustancias con agua u otros disolventes a temperatura ambiente para extraer determinados componentes. El tiempo de maceración varía según el principio activo a extraer.
Macerado de ajo: El macerado de ajo tiene un olor acre pero es excelente contra los pulgones y las bacterias de las plantas.
Macerado de absenta: de la absenta se obtiene un macerado muy útil para repeler hormigas, pulgones, noctuidos y topillos.
Macerado de cola de caballo: el macerado de cola de caballo se utiliza, en particular, como fungicida biológico.
Macerado de Helecho: esta preparación se utiliza principalmente como repelente de pequeños insectos (cochinilla, pulgones y ácaros).

Macerado de menta: excelente preparación para ahuyentar especialmente a las hormigas.
Macerado de ortiga: El macerado de ortiga es quizás el más utilizado tanto como fertilizante como contra algunos patógenos.
Macerado de chile: este macerado aprovecha las propiedades de la capsaicina contenida en los pimientos picantes como repelente de pequeños insectos (cochinillas, pulgones y ácaros).
Macerado de tomate: se obtiene de las hojas de tomate y sirve para defenderse sobre todo de la col.
Macerado de ruibarbo: este macerado aprovecha las propiedades de ácido oxálico de las hojas de ruibarbo y se utiliza contra los pulgones.
Macerado de saúco: el macerado de saúco es especialmente adecuado contra ratones y topillos.
Macerado de tanaceto: este macerado es un excelente repelente de ácaros, nematodos y larvas en general (especialmente nocturnos y col).