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Cómo hacer crecer el Anthurium

Cómo hacer crecer el Anthurium

Anthurium (Anthurium Schott, 1829) es un género de plantas herbáceas con follaje decorativo de la familia Araceae y nativo de América tropical.
Para el cultivo del Anthurium o Anthurium se debe tener en cuenta que, al ser una planta de origen tropical, debe haber recreado, en la medida de lo posible, las condiciones edáficas y edáficas propias de las áreas donde crece de forma natural. En esta contribución, veremos cómo cultivar el Anthurium con las técnicas apropiadas y los recursos útiles. Sin embargo, debe decirse que el cultivo del Anthurium no es complicado a condición de que respete los requisitos de agua y el tipo correcto de sustrato.
Es una planta que puede crecer perfectamente en el departamento y en macetas medianas. El sustrato debe ser muy rico en materia orgánica, mezclado con un 30% de arena gruesa (posiblemente silícea) y con un pH entre 5 y 6; Es bueno colocar una grava muy grande en el fondo del recipiente para permitir un drenaje eficiente ya que la planta necesita suministros frecuentes de agua. La planta también debe replantarse en promedio cada tres años, en la primavera, agregando una mezcla de turba y esfagno (3: 1) y posiblemente con musgo para cubrir la superficie del recipiente para permitir el mantenimiento de una buena humedad.

Para una buena salud y apariencia estética del Anthurium, es necesario limpiar periódicamente las hojas y los chorros secos, teniendo cuidado de limpiar las hojas con un paño humedecido con agua desionizada y sin usar aceites de pulido.
Para mantener la planta más vigorosa, es aconsejable regar regularmente, colocando la maceta directamente en un platillo con arcilla expandida mantenida constantemente húmeda. Pero ten cuidado de que las raíces no dibujen en esta agua. Será la evaporación natural de los mismos para garantizar el nivel de humedad necesario que la planta necesita.
Para garantizar la formación de hojas más vigorosas y expandidas, además del nivel de humedad necesario, se debe proporcionar una fertilización constante y regular.
Cada dos semanas, entre abril y septiembre, se debe usar un fertilizante líquido para diluir directamente en el agua con la que se regará la planta. en ausencia de experiencia en este campo, es recomendable respetar las dosis contenidas en los paquetes; Sin embargo, es importante no sobrecargar la planta con fertilizantes nitrogenados que podrían debilitarla y prepararla para los ataques de ácaros, insectos y hongos. El fertilizante debe contener Nitrógeno, Fósforo y Potasio de manera idéntica y tener los otros microelementos como hierro o cobre, que le darán un color verde más brillante.
En cuanto a las temperaturas, debemos considerar que las óptimas son de 25 ° C en verano y nunca inferiores a 15 ° C en invierno, evitando cambios bruscos de temperatura. Para la exposición, elija uno con poca luz pero con brillo difuso, evitando la luz solar directa o la luz total. Entre los parásitos más frecuentes, recordamos los áfidos y la cochinilla harinosa que se puede mantener a raya, en la primera aparición, con aerosoles de jabón de Marsella.




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