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Cómo podar el olivo

Cómo podar el olivo

La poda del olivo (Olea europaea L., 1753) es una de las prácticas de cultivo más importantes para obtener mayores producciones. Esta operación puede tener diferentes propósitos: el olivo también se puede cultivar con fines ornamentales y, cuando se cultiva exclusivamente con fines de producción, las técnicas de poda se deben implementar tanto para disminuir la alternancia de producción de esta especie, como para cumplir a técnicas de recolección (manual, mecánica, semimecánica, etc.). además, la notable presencia de variedades (alrededor de 500) complica aún más las posibles técnicas de poda. En esta hoja veremos, no solo cómo podar el olivo, sino también las motivaciones técnicas detrás de la poda. Si se considera entonces que las aceitunas se pueden cosechar incluso cuando están maduras para obtener producciones de cantina, el escenario es aún más amplio.

La técnica de poda, sin embargo, también cambia con la edad de la planta, en función del corte de piezas, el propósito de las operaciones de corte y cuándo se realizan. En la primera parte de la vida de las plantas jóvenes tendrá lugar la poda de siembra que comienza algún tiempo después del primer desarrollo de la planta, para dar la forma adecuada de reproducción. En la fase de producción estacionaria operaremos con poda de mantenimiento. Una vez superada la fase de producción estacionaria de la planta, se puede llevar a cabo una poda de rejuvenecimiento para estimular el crecimiento vegetativo de los viejos olivos. En resumen, la poda del olivo debe servir para dar una forma equilibrada a la planta, mejorar su productividad, reducir la alternancia de la producción y fomentar las operaciones de cosecha. Las operaciones de poda son necesarias para: cortar ramas improductivas, viejas o inútiles o las ramas de las improductivas para favorecer la emisión de nuevos brotes y renovar la floración y la fructificación de las ramas fértiles. Las ramas improductivas son aquellas que tienden a alargarse. Junto con estos, los retoños (que se originan en las raíces) y los retoños (que crecen hacia arriba desde el tronco), ramas que restan mucha energía de la planta. Las operaciones de poda deben llevarse a cabo con herramientas de poda adecuadas (tijeras, cizallas, tanto manuales como automáticas, motosierra, garfio, sierra) y cada herramienta debe usarse de acuerdo con el tamaño de la rama. Las cuchillas deben desinfectarse previamente (con soluciones fungicidas o incluso simplemente alcohol) y perfectamente afiladas. Después de cortar las ramas más grandes, aplicar productos fungicidas y masilla cicatrizante, para evitar enfermedades como la sarna. El mejor período de poda es entre marzo y mayo. Evitando la poda en condiciones climáticas demasiado frías. Además, para reducir la alternancia de producción, uno debe podar de manera constante y ligera cada año. El olivo debe formarse desde una edad temprana con tres o cuatro ramas principales sobre las cuales formar la planta completa. Posteriormente, proporcionará gradualmente una forma muy ventilada y, si tiene que optar por cosechar con agitadores, la planta se debe hacer más compacta, más baja, evitando ramas demasiado largas que no son adecuadas para este tipo de cosecha. Obviamente, las dos formas de poda afectan dos factores: en el rendimiento de la producción (mejor en la poda en el mundo y menos bajo) y en el costo de la mano de obra. No hay una solución óptima para todos. Digamos que la elección de la poda se realiza en la organización del trabajo y las máquinas de la granja. En resumen, los diferentes métodos de recolección se dividen en dos categorías principales: selección manual y selección. El pastoreo ahora se usa a nivel hogareño por sus altos costos en grandes olivares. Sin embargo, con el pastoreo, obtenemos productos de calidad superior porque se preserva su integridad y se pueden clasificar las mejores aceitunas. Con la cosecha, se usan cuatro métodos: la caída espontánea, el peinado, el desplazamiento de las aceitunas y la paliza.




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