Un mundo ecosostenible
CultivosGuías Prácticas

Cómo intercalar sandía

Cómo intercalar sandía

La sandía (Citrullus lanatus (Thunb.) Matsum. & Nakai, 1916) o sandía es una planta de la familia de las Cucurbitáceas, originaria de África tropical.
La sandía se beneficia de los cultivos intercalados y entre estas las plantas recomendadas son: cebolla, puerro, lechuga, espinacas, tomate. Sin embargo, no se recomiendan asociaciones con: calabazas, calabacines, melón.
Es una planta que, para dar frutos maduros y jugosos, necesita riego frecuente; sin embargo, poco antes de la cosecha es buena idea reducir la cantidad de agua para obtener frutos más dulces.
Una de las combinaciones interesantes es la de cebolla. Se sabe que la cebolla repele algunas plagas e insectos dañinos, mientras que la sandía es una planta trepadora que puede proporcionar sombra y humedad al suelo, además de reducir el crecimiento de malezas.
El denso follaje de la sandía puede reducir el crecimiento de malezas alrededor de las cebollas, reduciendo así la necesidad de aplicaciones de herbicidas o deshierbe manual.
Dado que la sandía tiende a crecer trepando, puede aprovechar el espacio vertical, permitiendo que las cebollas crezcan libremente en el suelo, maximizando así el uso del espacio disponible.
Las hojas de sandía pueden ayudar a retener la humedad en el suelo, reduciendo la necesidad de riego frecuente para ambas plantas.
Algunos insectos dañinos que atacan a las cebollas pueden verse disuadidos por la presencia de la sandía. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esto puede no ser eficaz para todas las plagas de insectos.
A pesar de las diferencias en sus necesidades crecientes, la cebolla y la sandía pueden beneficiarse de la presencia de la otra. Por ejemplo, la cebolla podría ayudar a repeler plagas que de otro modo dañarían la sandía.
El cultivo intercalado con lechuga es una práctica común en la horticultura y la agricultura ecológica. La lechuga y la sandía son dos plantas que pueden crecer bien juntas por varios motivos.
La lechuga es una planta de perfil bajo que crece bien cerca del suelo, mientras que la sandía necesita espacio para extenderse horizontalmente. Debido a que la sandía se extiende cerca del suelo, puede cubrir el suelo que rodea la lechuga, proporcionando sombra natural que puede ayudar a mantener la tierra húmeda y fresca.
La cobertura del suelo que proporciona la sandía puede ayudar a reducir el crecimiento de malezas alrededor de las plantas de lechuga, lo que reduce la necesidad de desmalezar manualmente.
La presencia de sandía también puede ayudar a crear un hábitat más diverso en el jardín, atrayendo insectos beneficiosos y promoviendo la biodiversidad.
Además, ambas plantas pueden beneficiarse mutuamente del suelo. La lechuga es una planta de rápido crecimiento que se puede cultivar como cultivo de cobertura para proteger el suelo y proporcionar nutrientes cuando se incorpora al suelo. La sandía, con sus raíces profundas y su vigoroso sistema radicular, puede ayudar a mejorar la estructura del suelo y reducir la erosión.
Otras combinaciones interesantes, como hemos comentado, son las de puerro, espinacas y tomate.




Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *