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Cómo se cultiva el abeto del Cáucaso

Cómo se cultiva el abeto del Cáucaso

El abeto del Cáucaso (Abies nordmanniana (Steven) Spach, 1841) es una conífera de hoja perenne muy similar al abeto plateado, al que reemplaza en las regiones alrededor del Mar Negro.
Es un árbol originario del Cáucaso y Asia Menor, donde forma extensos bosques. La primera descripción científica de esta conífera (también llamada abeto de Crimea) se remonta a 1838 por parte del botánico finlandés Alexander von Nordmann.
Esta planta se cultiva en otras partes del sur de Europa, y a menudo se utiliza como «árbol de Navidad».
En las zonas de origen se utiliza como esencia de madera. En Europa, el abeto caucásico se utiliza en parques y jardines y para la producción de árboles de Navidad. Se seleccionan varias variedades con fines ornamentales.
El Abies nórdico es una especie monoica; los conos masculinos son inicialmente rojizos en forma de frambuesa; las hembras son aisladas, cilíndricas, pardo violáceas, resinosas y con grandes escamas achaparradas, presentes en los estadios superiores; las piñas son erectas, de unos 15 cm de largo y provistas de escamas ganchudas.

Cultivo –
El abeto del Cáucaso se puede cultivar en una gran superficie siempre que se respeten algunas precauciones básicas; el área de cultivo varía de templada a fría.
Estas plantas prefieren lugares donde puedan disfrutar al menos de algunas horas de luz solar directa. Se trata de plantas muy rústicas que se pueden cultivar en el jardín durante todo el año.
Si el cultivo se realiza en zonas montañosas o alpinas es bueno destinar esta planta a zonas más luminosas expuestas a la luz solar directa.
El abeto del Cáucaso puede soportar incluso heladas intensas sin problemas; sin embargo, durante los inviernos particularmente fríos es aconsejable cubrir la parte aérea con tela no tejida. Suele soportar temperaturas mínimas de hasta -30 ° C.
La planta también prefiere suelos muy arcillosos, pero no con la condición de que no sean calcáreos y calcáreos.
La planta se puede comprar como semilla o plántula en viveros especializados.
Antes de plantar y hacia el final de cada invierno, se recomienda enterrar fertilizante orgánico o fertilizante granular de liberación lenta en la base de la planta; podemos intervenir de nuevo al final del verano.

La humedad del suelo –
El abeto del Cáucaso es un árbol que, especialmente en los primeros años, necesita un suelo particularmente húmedo.
El consejo es regar con regularidad, especialmente durante los meses más calurosos del año, evitando dejar el suelo seco durante periodos de tiempo muy prolongados.
En otoño e invierno podemos evitar regar, o intervenir solo durante los días más calurosos.
Especialmente si la planta se cultiva en áreas más cálidas y secas, el uso de riego y el mantenimiento de la humedad del suelo se vuelve importante.
Normalmente es necesario intervenir, especialmente en el sur, con suministros de agua muy regulares y abundantes; de marzo a octubre proporcionamos una buena cantidad de agua cada semana, pero recuerda siempre dejar secar bien el suelo entre un riego y el siguiente. Durante los meses fríos o en épocas especialmente lluviosas podemos evitar regar.

Tratamientos fitosanitarios –
Abeto del Cáucaso es una planta bastante resistente, especialmente si evita el uso de fertilizantes nitrogenados minerales (especialmente nítricos) y se cultiva en suelos adecuados. Generalmente, se toman medidas solo en el caso de parásitos presentes en la planta; en caso de enfermedades fúngicas se puede realizar una intervención, a realizar en primavera, con mezcla de Burdeos, antes de que los cogollos estén excesivamente hinchados.




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