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Cómo podar la higuera de la India

Cómo podar la higuera de la India

La tuna (o chumbera) nopal (Opuntia ficus-indica (L.) Mill., 1768) es una planta suculenta de la nativa de América Central familia de los cactus, pero naturalizada y cultivada en toda la cuenca mediterránea y, especialmente, en Calabria, Puglia , Cerdeña, Sicilia y Malta y pequeñas islas.
Ficodindia ya se ha adaptado a los entornos mediterráneos y, por lo tanto, presenta un comportamiento vegetativo-productivo similar al de otras especies frutales típicas de los ambientes templados. En esta hoja veremos, además de la técnica de cultivo ya descrita, cómo podar la higuera de la India.
La técnica de poda ordinaria debe llevarse a cabo a principios de primavera o finales de verano y consiste en la supernumerario cladodios (palas), con formato incorrecto y que impiden el desarrollo ordenado de las operaciones de vegetación o cultivos (pulverización, cosecha, etc.).
En el caso de una poda demorada, insuficiente durante algún tiempo o para revitalizar las plantas descuidadas puede requerir una poda extraordinaria; en este caso es necesario eliminar los cladodios más leñosos que con el tiempo han envejecido para promover la emisión de una vegetación más joven y vigorosa sobre la cual se obtendrá la nueva producción.

Al igual que todos, pero la práctica de intervenciones extraordinarias deben llevarse a cabo con gran habilidad y la atención a fin de evitar que no es demasiado intenso para causar un rechazo vegetativo excesivo, que a su vez daría lugar a un retraso en la entrada en régimen de producción. Es aconsejable operar en dos fases: primero eliminando los cladodios más viejos y leñosos y luego los que están en exceso y que crean una perturbación en el crecimiento y la producción de la planta.
Una técnica particular de poda que debe mencionarse por su impacto en la calidad y el tamaño de la fruta es la llamada scozzolatura. Esta es una técnica que tiende a favorecer una mejor fructificación y consiste en la eliminación total de flores y cladodios que se forman en la primera fase de producción, que generalmente es entre mayo y junio.
Con esta poda programada, la planta reacciona con un tiempo de respuesta que ocurre unos quince días después. Después de este período, se restaurará un nuevo evento vegetativo y productivo, con la emisión de nuevos cladodios pero, sobre todo, nuevas flores. Los frutos que se forman por esta segunda fructificación, que se llaman bastardoni, maduran entre octubre y noviembre y son de mayor tamaño y con características cualitativas y organolépticas superiores a los obtenidos en la primera fase. La scozzolatura, al ser una poda planificada, también debe llevarse a cabo con una opción de tiempo que también sirve para programar el período de recolección de la fruta. Cuanto más se retrasa en la primera fase (pero evitando demasiada posteridad para no madurar los frutos a finales de noviembre cuando las condiciones climáticas ya no son óptimas) cuanto más demore la segunda recolección.




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