Valor nutricional del apio
Valor nutricional del apio
El apio (Apium graveolens L.) es una especie herbácea bienal de la familia Apiaceae, originaria del área mediterránea y conocida como planta medicinal desde la época de Homero.
Características –
El apio es una planta herbácea bienal ya veces perenne, de fuerte olor aromático, de raíz fina y ahusada en la espontánea, cilíndrico-fusiforme en la variedad cultivada.
Esta planta se caracteriza por un tallo cilíndrico anguloso de 30-60 cm de altura (hasta 1 m) a veces hueco, postrado, erecto o ascendente, fistuloso y ramificado.
Las hojas son brillantes, 1-3 pinnatosette, con segmentos dentados ovalados o romboidales incisos, a veces completamente divididos; hojas superiores a veces ternadas opuestas.
Las flores son hermafroditas, con cinco pétalos blancos de 0,5 mm, reunidos en umbelas compuestas de 6-12 radios sin envoltura y envoltura (brácteas y brácteas ausentes).
El fruto es un diaqueno ovoide-globoso, aplanado y de color pardo, con dos mericarpos con cinco nervaduras verticales muy visibles pero finas, unidas por un eje central (carpóforo), del que sólo se separan los mericarpos cuando están maduros.
Ficha nutricional –
El apio es una hortaliza extremadamente rica en agua, pero en su composición también encontramos algunas sales minerales importantes como:
– potasio;
– magnesio;
– fútbol;
– fósforo.
Hay fibras y vitaminas como: C, E, K y B.
Evidentemente la concentración de estos componentes varía según el método de cultivo y el suelo donde se cultiva.
Además, las calorías del apio son pocas (20 por cada 100 gramos de producto), por lo que es un alimento ligero y saciante.
Los constituyentes principales son:
– Frutas: aceite esencial (compuesto por limoneno, selineno, varios terpenos); cumarinas, flavonoides.
– Planta: aceite esencial, apiina.
– Raíz: aceite esencial, asparagina, colina, tirosina, ácidos glicólico y glicérico, ácidos ferúclico y cafeico, ácido p-cumárico, ácidos orgánicos, bergapten.
Propiedad –
El apio es una planta contada entre las officinalis desde la época de los antiguos egipcios.
Por lo tanto, el apio se ha utilizado desde la antigüedad para una serie de aplicaciones médicas.
Los frutos son la parte más activa por la riqueza de aceite esencial y tienen acción aromatizante, digestiva, carminativa, diurética y emenagoga.
Para uso interno, la infusión y la tintura de las raíces pueden estimular la diuresis (acción depurativa en caso de gota) y los procesos digestivos. La infusión de frutas, por su parte, está indicada para los gases estomacales e intestinales y también tiene una acción emenagoga y estimulante de la circulación pélvica, característica que ha contribuido a dotar a la planta de una acción afrodisíaca. Cabe destacar las propiedades espasmolíticas, sedantes y bactericidas del fruto. En cuanto al uso alimentario de la planta, es interesante recordar, como se mencionó, que el apio es rico en fibra, calcio, fósforo, hierro, sodio, potasio y una buena cantidad de vitaminas B1, B2, PP, A, esto en comparación con un bajo en calorías.
Para uso externo es un excelente cicatrizante de llagas, úlceras y sabañones; sin embargo, debe practicarse con extrema precaución debido al poder fotosensibilizante de las cumarinas.
En cuanto a la toxicidad y efectos secundarios: se debe evitar la administración de preparados medicinales de la planta en caso de enfermedad renal aguda o crónica y durante el embarazo.
Además, debido a la presencia de algunas proteínas alergénicas (Api g 1, Api g 4, Api g 5), puede provocar incluso una alergia alimentaria grave.