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Cómo se cultiva el Cafetero de Kentucky

Cómo se cultiva el Cafetero de Kentucky

El Cafetero de Kentucky (Gymnocladus dioicus (L.) K. Koch) es un árbol de la familia Fabaceae, originario del Medio Oeste y el Alto Sur de Norteamérica e introducido en Europa en el siglo XIX, está presente en parques y plantas botánicas. jardines.
De 1976 a 1994, esta planta fue el árbol del estado de Kentucky.
Gymnocladus dioica es una especie dioica, aunque también pueden estar presentes flores bisexuales. Las flores están agrupadas en racimos, alargadas en los árboles femeninos y globosas en los masculinos. Las flores fragantes tienen una corola alargada y tubular.
El fruto es una sámara, una leguminosa indehiscente, de color negro azulado en su madurez y de hasta unos 25 cm de largo. El mesocarpio tiene una pulpa pardusca y las semillas son grandes, lenticulares y pardas.

Cultivo –
El Cafetero de Kentucky es una planta que se adapta bien a las zonas urbanas o jardines adyacentes a ellas.
De hecho, tolera las adversidades típicas del medio urbano y es adaptable a una amplia gama de suelos y climas, sobreviviendo incluso en suelos secos, compactados o alcalinos, prefiriendo suelos húmedos y ricos y exposiciones a pleno sol.
En cuanto a la poda, esta debe realizarse tanto en invierno como a principios de primavera (germina muy tarde) y no es susceptible a parásitos particulares.
Recuerda que a pesar de ser una leguminosa, no fija nitrógeno. Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado que esta especie también es capaz de formar nódulos, aunque a tasas más bajas que otras leguminosas.

Usos –
El Cafetero de Kentucky se utiliza principalmente como esencia ornamental y se planta como un árbol de la calle.
Tiene una madera dura y resistente pero difícil de trabajar. La madera del árbol es utilizada por ebanistas y carpinteros.
La semilla se puede tostar y usar como sustituto de los granos de café, de ahí el nombre original Kentucky Coffee Tree, ya que las poblaciones indígenas obtenían una especie de café de las semillas tostadas; sin embargo, las vainas y semillas sin tostar son tóxicas.




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