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Macerado de tomate

Macerado de tomate

El macerado de tomate es uno de los pesticidas naturales que se pueden preparar en la finca o en pequeños huertos.
El macerado de tomate es un pesticida natural que actúa contra algunos insectos como pulgones, repollo y otros.
El efecto del macerado de tomate se debe a algunas sustancias contenidas en el tomate, entre ellas la solanina, que es un alcaloide glicosídico que la planta utiliza como defensa natural contra hongos e insectos. Esta sustancia está presente en todas las partes de la planta, y las partes que más contienen son las hojas, los tallos y los frutos aún no maduros.
Recuerda que la solanina tiene un cierto grado de toxicidad, de ahí la acción antiparasitaria natural del macerado de tomate. La mayor concentración de solanina se produce en las partes verdes de la planta (no comestibles) y en los frutos inmaduros.
La toxicidad de la fruta madura es muy baja y, en los seres humanos, los sistemas digestivo y urinario la eliminan por completo en un día.

Preparación –
La preparación del macerado de tomate es muy sencilla.
Para la preparación es necesario utilizar 2,5 kg de hojas, como hojas femeninas o desechos de poda; estos se cortan finamente y se dejan macerar en 10 litros de agua durante 3 días.
Para la maceración es recomendable utilizar una tinaja de barro (o como mucho plástico duro), evitando recipientes metálicos.
Además, durante la maceración, el recipiente debe mantenerse abierto, lo que es necesario para oxigenar la mezcla y así facilitar la maceración. De vez en cuando, la mezcla debe mezclarse para liberar mejor los efectos positivos.
El macerado así obtenido debe filtrarse adecuadamente, como es habitual, con sacos de yute, si no hay otro material, y diluirse en otros 10 litros de agua.
El producto también se puede almacenar en botellas de vidrio de color oscuro o en recipientes herméticos. Además, el período de almacenamiento no debe ser demasiado largo, 2 o 3 meses como máximo.
Esta preparación es particularmente eficaz contra pulgones e insectos fitófagos, es decir, que se alimentan de las hojas, como el repollo.

Cómo utilizar –
El macerado de tomate, con su acción repulsiva, evita que los insectos ataquen la planta. Sin embargo, dadas las propiedades de los alcaloides, el macerado de tomate también se puede utilizar por contacto, cuando la infestación está en curso. Esto lo convierte en un remedio útil, ya que no tiene fitotoxicidad para los humanos ni para los insectos de jardín útiles, como los polinizadores y los depredadores naturales.
El uso del macerado, después de un cuidadoso filtrado, debe hacerse en las horas frescas de la tarde del día. Esta precaución es aún más necesaria en verano, ya que el sol aumenta la degradación del macerado, disminuyendo su eficacia.




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