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Cómo se cultiva la menta de jardín

Cómo se cultiva la menta de jardín

La menta de jardín o hierbabuena (Mentha spicata L., 1753) es una planta herbácea perenne de la familia Lamiaceae originaria de la Europa mediterránea. Extendido por todo el territorio italiano, desde la llanura hasta los 1.200 metros.
Esta planta, como todas las mentes, se puede reproducir fácilmente cortando las puntas o plantando trozos de estolones enraizados. Se puede cultivar en macetas o en tierra firme.
La hierbabuena tiene propiedades aromáticas que vienen dadas por sus aceites esenciales presentes en mayor cantidad en las hojas. Su cosecha se realiza durante todo el año aunque durante el mes de agosto, en plena floración, tienen el mayor contenido de aceites esenciales y mentol.
Esta planta se utiliza además de patatas nuevas, guisantes, sopas, guisos, ensaladas de frutas, refrescos y ponche.
En medicina, la infusión de menta es digestiva, trata los resfriados y la gripe. Con una mezcla de hojas dejadas en remojo en aceite, se masajean las partes afectadas por migrañas, neuralgias faciales, dolores reumáticos y musculares. Los enjuagues a base de menta alivian los dolores de garganta.

Cultivo –
La menta de jardín es una planta que crece mejor en climas con primavera fría y húmeda y verano seco y caluroso, y puede crecer tanto a pleno sol como en áreas sombreadas.
En cuanto al suelo, se recomienda un sustrato fértil, rico en humus, poroso y bien drenado por ser una planta que sufre de estancamiento hídrico. Por eso conviene evitar los suelos arcillosos o pesados.
Si se cultiva en macetas, es recomendable renovar el suelo cada 2-3 años, para tenerlo siempre rico en sustancias orgánicas. También se recomienda utilizar macetas de barro que permitan respirar el suelo.
Como todas las mentas, se debe regar de forma periódica y generosa con la excepción de unos días antes de la cosecha para sintetizar y concentrar mejor los aceites esenciales.
Periódicamente, entonces es necesario recurrir a la eliminación de las hojas y las partes secas o dañadas.
En cuanto a la multiplicación, debido a la muy baja germinabilidad de las semillas, es aconsejable propagar la planta cortando los ápices vegetativos. O en la planta de al menos un año de edad, en primavera, los corredores se toman y se plantan, a una profundidad de 10-15 cm, en el suelo o en macetas.
Entre las enfermedades de las plantas hay algunos hongos parásitos (como Puccinia menthae) que se manifiestan con tallos y hojas que se llenan de hinchazones y puntos rojizos que luego evolucionan hacia manchas negruzcas; en este caso, las plantas infectadas deben eliminarse y quemarse.
Incluso el Oidium, especialmente en ambientes poco soleados, puede atacar la planta.




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