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Drosophila suzukii

Drosophila suzukii

La pequeña mosca de la fruta (Drosophila suzukii Matsumura, 1931) es un pequeño insecto perteneciente a la familia Drosophilidae.

Sistemática –
Desde el punto de vista sistemático, pertenece al dominio Eukaryota, Reino Animalia, Subarign Eumetazoa, Ramo Bilateria, Phylum Arthropoda, Subphylum Tracheata, Superclasse Hexapoda, Classe Insecta, Sottoclasse Pterygota, Cohort Endopterygota, Superorder Brachtera Dipartoneederrachtera, Sección Cyclorrhapha, Schizophora Section, Acalyptratae Subsection, Ephydroidea Superfamily, Drosophilidae Family, Drosophilinae Subfamily, Drosophilini Tribe, Drosophilina Sub-tribu, Drosophiliti Sub-tribu y luego al género Drosophila, al subgénero Sophopi Species y al D.

Distribución geográfica y hábitat –
La pequeña mosca de la fruta es un pequeño insecto que probablemente proviene del sudeste asiático y, en particular, de la CIA.
De esta zona de distribución se trasladó luego a Estados Unidos donde se encontró en 2008. En Europa se encontró recientemente en España donde, sin embargo, no parece haber causado daños a los cultivos.
También se encontró en Italia, donde el Servicio Fitosanitario de la Región de Toscana informó hace algún tiempo (2009) el hallazgo del fitófago en su territorio. Además, también se registraron ataques en Trentino en 2009 y en los últimos años también han comenzado a verse afectadas algunas cepas rojas, con los consiguientes problemas de podredumbre e infecciones microbianas.

Morfología –
Drosophila suzukii es un insecto de unos tres milímetros de longitud, caracterizado por la presencia de grandes ojos rojos.
El insecto adulto tiene un cuerpo de color marrón miel, con bandas oscuras en la parte dorsal de los segmentos abdominales.
El macho tiene una mancha oscura distinta cerca de la punta de cada ala, una característica que no está presente en la hembra.
En la hembra, es evidente un ovipositor fuertemente dentado, que utiliza para grabar la epidermis de la fruta madura aún en la planta.

Actitud y ciclo de vida –
Drosophila suzukii, a diferencia de la mosca de la fruta y otras especies similares, que se sienten atraídas principalmente por la fruta podrida, ataca la fruta fresca y madura, depositando huevos debajo de la epidermis.
La hembra, a través de su ovipositor muy robusto, graba los frutos directamente sobre plantas de frambuesa, mora, arándano, fresa, etc., introduciendo el huevo en la pulpa.
Después de 2-3 días, las larvas que eclosionan y se desarrollan en el fruto, provocan que en la zona afectada por las laceraciones se forme una zona deprimida y blanda, lo que provoca que el fruto se descomponga rápidamente, anulando su valor comercial.
Los pequeños agujeros producidos por la oviposición de este mosquito exponen los frutos a patógenos (como bacterias, hongos y levaduras). Finalmente, la descomposición de la fruta puede aumentar su sensibilidad a los ataques de otras especies de Drosophila.

Papel ecológico –
Debido a la particularidad de este pequeño insecto, la lucha es particularmente difícil debido a la peculiaridad de Drosophila suzukii de poner huevos dentro de la fruta durante la maduración.
Para contrarrestar su proliferación conviene actuar contra los adultos a través de trampas alimentarias que pretenden monitorizar su presencia y comprobar la coherencia de los vuelos pero no identificar el momento más adecuado para la intervención.
Además del seguimiento, también es necesario combinar algunas prácticas agronómicas con el control químico.
Las prácticas agronómicas consisten esencialmente en:
– Operaciones de poda que tienden a facilitar la penetración de la luz en el dosel, con el objetivo de una maduración uniforme del fruto para una cosecha más rápida y concentrada;
– Planificación de la cosecha, anticipando, en lo posible, el período de recolección en el que los frutos adquieren el color rojo, antes de la maduración fisiológica.
– Recolección y eliminación de frutos no aptos para el comercio;
– Disminución de la especialización de cultivos y aplicación de prácticas agroecológicas como: presencia de hileras de plantas no sensibles a mosquitos, setos, parcelas más pequeñas, aumento de la biodiversidad de la empresa, etc.
La lucha química, además de comprometer el equilibrio de las biocenosis naturales, no debe realizarse para no dejar residuos en la producción de alimentos y no interferir en la polinización de otras especies.
En el límite es recomendable intervenir con piretro natural, alternando con otros productos insecticidas permitidos en la agricultura ecológica.
Incluso en los viñedos es necesario adoptar estrategias de control orientadas a minimizar los daños, basadas en la captura y prácticas agronómicas, como la remoción de residuos vegetales fermentables.
Cabe destacar que debido a la reciente introducción este pequeño insecto aún no tiene antagonistas naturales, pero para los productores es importante practicar buenas prácticas en el manejo del viñedo. Incluso en los existentes, por tanto, es recomendable realizar un buen seguimiento con el uso de trampas, el correcto manejo de las hileras, con una adecuada remoción de hojas para airear los racimos, su raleo y la oportuna eliminación de podredumbres.

Guido Bissanti

Fuentes
– Wikipedia, la enciclopedia libre.
– Russo G., 1976. Entomología agrícola. Pieza especial. Liguori Editore, Nápoles.
– Tremblay E., 1997. Entomología aplicada. Liguori Editore, Nápoles.



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