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Calepitrimerus vitis

Calepitrimerus vitis

El ácaro eriófido o acariosis del bronce (Calepitrimerus vitis Nalepa, 1905) es un pequeño arácnido perteneciente a la familia Eriophyidae.

Sistemático –
Desde un punto de vista sistemático pertenece a:
Dominio eucariota,
Reino Animal,
Subreino Eumetazoa,
Superfilo Protostomía,
Filo Artrópodos,
Subfilo Chelicerata,
Clase Arácnida,
Orden prostigmas,
Superfamilia Eriophyoidea,
Familia Eriophyidae,
Género Calepitrimerus,
Especie C.vitis.
El término es básonimo:
– Phyllocoptes vitis Nalepa, 1905.

Distribución geográfica y hábitat –
El Calepitrimerus vitis es el ácaro causante de la acariosis de la vid, presente en Francia desde 1950. Este parásito está muy extendido en toda la zona vitícola, especialmente en las zonas del norte, donde la brotación es más difícil al inicio de la campaña; más raro en el sur. Es especialmente perjudicial para las vides jóvenes, que son más sensibles que las más viejas.

Morfología –
El Calepitrimerus vitis es un ácaro muy pequeño que, como todos los eriófidos, tiene sólo dos pares de patas.
La hembra adulta mide 0,15 mm mientras que los machos (pocos en número) son más pequeños.

Aptitud y ciclo biológico –
El Calepitrimerus vitis tiene reproducción sexual y/o partenogénica.
Para alimentarse, el ácaro perfora los tejidos vegetales con un estilete hecho de quelíceros en forma de agujas. Las hembras invernantes de color amarillo parduzco (llamadas deutogynes) pasan el invierno en colonias de 5 a 100 individuos bajo la primera pérula oscura de las yemas, más raramente en el plumón. Las gemas en las posiciones 6 a 9 suelen ser las más afectadas. También se pueden observar hembras en los pliegues de los brotes anuales y bajo la corteza de la madera de 2-3 años, donde a veces se encuentran miles de ellas. Al brotar invaden las primeras 5 hojas. Las siguientes generaciones, de color blanco-crema, posteriormente miel (protóginas), colonizan progresivamente las hojas jóvenes, desde su formación. Las yemas axilares también están infestadas.
En climas templados se suceden 4 generaciones a lo largo de la estación, que pueden llegar a ser de 7 a 10 en zonas o años más cálidos. La incubación de los huevos dura de 8 a 10 días y el desarrollo hasta la edad adulta tarda de 7 a 10 días. La primera generación de hembras protóginas aparece a finales de mayo, mientras que las deutóginas aparecen a partir de agosto, pero sobre todo en otoño cuando llegan a sus lugares de invernada.
En cuanto a los daños, el lento crecimiento de la vid lo favorece en primavera. Los cogollos no germinan o lo hacen tarde. Si se forman brotes, quedan atrofiados; los entrenudos son cortos y a menudo en zigzag.
Las hojas permanecen pequeñas, enrolladas en forma de cuchara. En casos severos, la vegetación se congela, los racimos abortan, gotean o se convierten en zarcillos, las hojas se oscurecen y caen. Debido al desarrollo de yemas secundarias la vegetación se vuelve tupida. Si el ataque es débil, el eje del brote permanece normal, pero las hojas son ampolladas y más o menos deformadas. En la transparencia, se ven puntuaciones amarillentas, a menudo confluentes cerca del pecíolo o dispersas de forma heterogénea en el borde. Hay pocas o ninguna área necrótica visible a simple vista. En junio las hojas principales todavía presentan estos punteados y pueden haber algunas deformaciones. Tenga cuidado de no confundir estos síntomas con los de excoriosis o eutipiosis, o con daños por trips o herbicidas (glifosato).
En verano, la parte superior de las hojas que están bien expuestas al sol se oscurece progresivamente, mientras que la parte inferior permanece de un color blanco grisáceo patinado. Cuando el daño es severo, toda la hoja se colorea con una tonalidad marrón rojiza con reflejos bronceados, de ahí el nombre de acariosis bronceada. Sin embargo, la actividad fotosintética de estas hojas no se reduce. Algunos racimos se oscurecen, al menos en parte, y sufren un goteo más o menos pronunciado.
Después de la muerte de las células epidérmicas afectadas, algunos acinos se dividen. Todo el tocón, o toda la parcela, puede oscurecerse, mientras que las hojas nuevas en la parte superior de la vegetación muestran los síntomas de la acariosis primaveral: deformaciones, ampollas y punteados amarillentos.

Papel ecológico –
El Calepitrimerus vitis es un arácnido descrito por Alfred Nalepa en 1905.
Para comprobar la infestación de este ácaro es necesario realizar controles. Los controles cuantitativos de las poblaciones invernantes en las yemas se realizan en laboratorio con el método de lavado-inmersión. La muestra debe tener de 10 a 20 brotes, dependiendo del tamaño de la parcela. Para sopesar la alternancia de densidad de un órgano a otro, se deben tomar dos yemas sucesivas por cada cepa extraída.
La irregularidad de la distribución dificulta establecer un umbral de tolerancia preciso. A partir de una media de 5 ácaros por yema, es necesario controlar la parcela en primavera y, si es necesario, tratarla. Los ataques generalmente se consideran graves a partir de una media de 15 a 20 ácaros por yema, lo que a menudo corresponde a la presencia de poblaciones importantes bajo la corteza.
En verano la hoja tolera de 50 a 100 ácaros sin sufrir daños. Durante la temporada, el seguimiento de los síntomas permitirá decidir, en función de su gravedad, si intervenir inmediatamente con fines curativos o esperar hasta el año siguiente. Es necesario vigilar las plantaciones jóvenes (de 1ª a 4ª hoja) y los viñedos adyacentes a las parcelas atacadas, ya que estos eriófidos son transportados con las plantas, por el viento y por la actividad humana.
Antagonistas naturales y control Estos eriófidos son presa de varios ácaros y algunos insectos. Un número suficiente de tiflodromos puede mantener las poblaciones en un nivel débil.
Si es necesario, las vides jóvenes deben tratarse durante el segundo o tercer año, antes de introducir estos depredadores.
En caso de ataque importante, se aconseja tratar al año siguiente, en la brotación.
Si la presión es débil, un deshije temprano favorece el rápido desarrollo de los brotes y es suficiente para evitar un retraso en el crecimiento. En caso de parada del crecimiento, se puede aplicar un acaricida específico.
Los tratamientos de verano son inútiles.
Cabe destacar que los mayores problemas se producen durante el crecimiento vegetativo y al final del verano. La causa del regreso no deseado, sin embargo, está relacionada con la alteración del equilibrio biológico del hábitat del viñedo: antes de intervenir es mejor verificar la exactitud del diagnóstico.
En viñedos que en la campaña anterior presentaron ataques por Calepitrimerus vitis, habiendo alcanzado la fase fenológica de brotación (yemas foliares), será aconsejable intervenir con los acaricidas específicos bifenazato o abamectina.
Alternativamente, pero con precaución para evitar cualquier efecto de fitotoxicidad, se pueden utilizar productos que también están permitidos en la agricultura orgánica, como las sales potásicas de ácidos grasos, aceite mineral y azufre.
Se podría preferir este último si fuera necesario intervenir contra el oídio en este período. Los síntomas del ataque del agente de la acariosis (brotes deformes que tienden a secarse, entrenudos acortados y en «zig zag») pueden confundirse con enfermedades virales y viceversa. Por ello, siempre es aconsejable que el diagnóstico sea confirmado por un laboratorio especializado (basta con la observación al microscopio de un técnico con «ojo experto») para evitar tratamientos innecesarios. Además, será posible intervenir contra la acariosis incluso en pleno verano, si no se han obtenido resultados satisfactorios durante la brotación o si en esta etapa no se ha podido diagnosticar la infestación por C. vitis.

Guido Bissanti

Fuentes
– Wikipedia, la enciclopedia libre.
– GBIF, el Fondo Mundial de Información sobre Biodiversidad.
– Laffi f., 1983. Ácaros de interés agrícola. Cooperativa Biblioteca Universitaria Editrice. Bolonia.

Fuente de la foto: – https://bladmineerders.nl/parasites/animalia/arthropoda/acari/actinotrichida/prostigmata/eleutherengona/eriophyoidea/eriophyidae/phyllocoptinae/phyllocoptini/calepitrimerus/calepitrimerus-vitis/




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