Papel ecológico de los herbívoros
Papel ecológico de los herbívoros
Los herbívoros son organismos que se alimentan principalmente de materia orgánica vegetal viva, es decir, productores. La herbivoría, en ecología, es la forma típica de nutrición de los consumidores primarios en la red de pirámides alimenticias. Otros consumidores de la red pueden alimentarse de carne (de consumidores primarios o posteriores, y descomponedores), mientras que los descomponedores se alimentan de heces, organismos muertos, etc.
Además de las hojas, la herbivoría incluye la ingestión de cualquier parte de los productores autótrofos (raíces, frutos, néctar, savia procesada) o de los propios productores (cianobacterias, otras algas uni y multicelulares, organismos de microflora).
Los herbívoros desempeñan el papel funcional en la cadena alimentaria de transformar moléculas vegetales (celulosa, almidón) en moléculas animales (glucógeno), que luego pueden ser asimiladas por carnívoros o descomponedores. Su eficiencia de asimilación es muy baja debido a su posición más temprana en la cadena. La dieta de los animales herbívoros varía según las estaciones basándose principalmente en la disponibilidad de alimento, dado que según la estación se encuentran disponibles diferentes tipos de alimentos de origen vegetal. El herbívoro no puede ser considerado un depredador de las plantas, dado que muchas veces falta la matanza debido a la interacción (las plantas pueden reemplazar una parte amputada, no sin consecuencias para su organismo), sin mencionar que generalmente el tamaño de la presa y del depredador, son muy variables. , y por lo tanto no siempre es el primero el que en promedio es mayor que el segundo.
Ecología –
En cuanto al papel ecológico de los herbívoros, un estudio realizado en los Alpes ha demostrado que, aunque los animales carnívoros son muy importantes en la cadena alimentaria y en el ecosistema, el papel de los animales herbívoros es vital.
El estudio fue realizado por el Instituto Federal Suizo de Investigación y demuestra la importancia de los animales herbívoros a través de su desaparición selectiva en el ecosistema.
El trabajo, publicado en la revista Nature Communications, se basa en realidad en la instalación de vallas que excluyen a los animales.
Estos vallados se basan en la exclusión de diversas especies animales de los pastos para comprobar su importancia.
Algunas permitían el paso de pequeños mamíferos como conejos y otras incluso impedían el paso de caracoles.
Los investigadores han descubierto que cuando no hay grandes mamíferos, prevalecen otras especies de plantas. Esto podría tener enormes consecuencias para todas las especies del ecosistema.
Los investigadores también lograron excluir a todos los animales. Esta ausencia llevó a las plantas a reducir aún más su relación con las bacterias u otros componentes del ecosistema.
Además, contrariamente a lo que podría pensarse, los grandes herbívoros de la Tierra pueden desempeñar un papel importante en la lucha contra el cambio climático. Así lo sugiere una investigación publicada en la revista Current Biology. El estudio, retomado por la ONG estadounidense Mongabay, subraya cómo estos animales acaban aplicando una serie de mecanismos que, a su manera, resultan ser estrategias de mitigación eficaces.
En particular, los ejemplares en cuestión ayudan a prevenir incendios, reducen la cantidad de calor solar absorbido por la superficie terrestre y contribuyen significativamente al almacenamiento a largo plazo de carbono en el suelo.
Mamíferos como elefantes, ñus y similares podrían ayudar, no obstaculizar, los esfuerzos de conservación del carbono.
Las interacciones entre los animales grandes y el clima, señalan los investigadores, a veces pueden resultar problemáticas. No muy diferente, se podría añadir, de la compleja relación entre fauna y suelo. Emblemático, en este sentido, es el caso del sorprendente equilibrio establecido hace millones de años entre el suelo y los colosales herbívoros de la época, los dinosaurios. Un misterioso mecanismo del ecosistema que continúa desafiando la comprensión de los científicos. Volviendo a la actualidad, la investigación fotografía una situación un tanto sorprendente.
A pesar de ser aparentemente destructivos para la vegetación, de hecho, los grandes herbívoros parecen tener «el mayor potencial para facilitar la mitigación del cambio climático a escala global a través de tres mecanismos».
Es decir, explican los científicos, «cambios en el régimen de incendios», especialmente en praderas húmedas o bosques templados cálidos». Pero también “cambios en el albedo terrestre y aumentos en las reservas de carbono del suelo”, particularmente en los ecosistemas de tierras bajas templadas, tropicales y subtropicales.
En definitiva, el papel de los herbívoros, junto con el de todos los seres vivos en cada ecosistema, es muy complejo y su disminución o desaparición, incluso en los sistemas agrícolas, puede provocar implosiones ecológicas muy peligrosas.