Drepanothrips reuteri
Drepanothrips reuteri
El trip de la vid (Drepanothrips reuteri Uzel, 1895) es un insecto perteneciente a la familia Thripidae.
Sistemático –
Desde un punto de vista sistemático pertenece a:
Dominio eucariota,
Reino Animal,
Subreino Eumetazoa,
Sucursal de bilateria,
Filo Artrópodos,
Subfilo Hexapoda,
Clase Insecta,
Subclase Pterygota,
Cohorte exopterygota,
Subcohorte Neoptera,
Superorden Paraneoptera,
Sección Thysanopteroidea,
Orden Thysanoptera,
Suborden Terebrantia,
Familia Trípidae,
Subfamilia Tripinae,
Género Drepanothrips,
Especie D. reuteri.
Los términos son sinónimos:
– Drepanothrips viticola Mokrzecki, 1901;
– Thrips betulicola Reuters, 1901.
Distribución geográfica y hábitat –
Drepanothrips reuteri es un trips muy extendido en América del Norte, Europa y Asia occidental. En Italia está presente de norte a sur y en Sicilia.
Es un insecto polífago que puede vivir en diversas especies de árboles y arbustos, pero es particularmente frecuente en Vitis spp., donde ataca la vegetación en las primeras etapas de desarrollo, provocando deformaciones, retrasos en el crecimiento, caída de flores y suerosidad de las bayas. Entre las diversas especies de trips que albergan las vides cultivadas (unas diez), es la única capaz de provocar daños de cierta importancia.
Otras plantas sobre las que vive son algunos árboles forestales latifoliados y de interés paisajístico (avellano, sauce, arce, roble).
Morfología –
Drepanothrips reuteri es un insecto pequeño, de menos de un milímetro de tamaño, de color amarillento o amarillo verdoso, según las etapas de desarrollo.
Los huevos miden aproximadamente 0,2 mm de largo y son de color blanco hialino.
La ninfa de primera edad mide 0,3 mm de largo y tiene color blanco y ojos rojos.
La ninfa de segunda edad mide 0,8 mm de largo y es de color amarillo claro.
Las etapas de preninfa y ninfa, antes de la edad adulta, tienen yemas de alas, piezas bucales que no funcionan y están casi inactivas. También se les llama subpupas, miden aproximadamente 0,8 mm y son de color naranja claro.
El insecto en etapa adulta, como se mencionó, mide menos de mm; las hembras miden entre 0,7 y 0,85 mm de largo y los machos entre 0,5 y 0,6 mm. El insecto es de color amarillo-marrón. Las antenas se componen de 6 elementos y tienen extremos negros.
La cabeza es más ancha que larga; están presentes tres pares de setas ocelares; el macho tiene dos apéndices en forma de hoz (drepanae) a los lados del IX terguito abdominal que se extienden más allá del ápice abdominal.
Aptitud y ciclo biológico –
Drepanothrips reuteri sobrevive al invierno gracias a las hembras fecundadas, que hibernan en el interior de las grietas de las plantas, especialmente en la madera de al menos 2 años. En el periodo de abril estos migran a los brotes jóvenes donde ponen a razón de un huevo por día por individuo, hasta 60 huevos en total.
Los huevos eclosionan entre 6 y 10 días dando lugar a ninfas que alcanzan la madurez ninfal en 5 a 9 días.
La etapa ninfal se presenta en las grietas de la madera o en las capas superficiales del suelo; esta etapa se completa en 3-4 días.
Los primeros adultos emergen entre mayo y junio.
La duración total del ciclo de huevo a adulto es de 20 a 25 días, que varía según la tendencia climática de la zona. Los adultos son muy móviles y se desplazan hacia los brotes jóvenes, por lo que rara vez se observan en las hojas cuando los síntomas ya son evidentes.
El insecto, dependiendo también de las condiciones climáticas, puede realizar de 5 a 6 generaciones al año.
Este trips ataca la vegetación cuando se abren las yemas, periodo en el que causa mayores daños; esto está representado por las punciones tróficas que provocan una ralentización del desarrollo de los brotes, en cuya base a menudo se forman muescas necróticas superficiales y suberificadas. Estas muescas son causadas no sólo por mordeduras de alimento sino también por lesiones debidas al ovipositor.
Además, las picaduras de insectos provocan:
En hojas jóvenes: deformaciones que tienden a curvarse;
En hojas viejas, afectadas durante el verano: deformaciones y arrugas del limbo; tras una inspección más cercana, en la página inferior, puntuaciones necróticas, correspondientes a las punciones de la página superior; estos están rodeados por un halo clorótico.
En la uva, los pinchazos pueden provocar muescas o estrías superficiales con reacciones por parte de la epidermis que tiende a suberificarse; el daño, sin embargo, es menor.
Papel ecológico –
Drepanothrips reuteri es un trip cuya actividad trófica se produce principalmente a expensas de hojas y brotes. Estas partes, al ser picadas por el insecto (tanto para alimentarse como para oviponer), ralentizan su desarrollo, presentando posteriormente necrosis, desecación y formación de ampollas en el limbo. El ataque también puede ocurrir en las inflorescencias: los pinchazos en los pedúnculos florales pueden provocar desecación y caída prematura.
Tras los ataques, las plantas presentan diversos síntomas; estos son causados por las picaduras de alimentación de jóvenes y adultos que provocan la muerte de las células afectadas y las cercanas que dejan de dividirse y crecer. Se forman manchas necróticas de color marrón en las hojas, visibles en ambas páginas, especialmente a lo largo de las nervaduras; posteriormente, con el crecimiento de la hoja, se observan laceraciones, arrugas y en ocasiones leve curvatura marginal del borde de la hoja (hoja de cuchara). Estos síntomas son más evidentes en caso de sequía o periodos de viento.
En brotes, pecíolos y raquis, las picaduras provocan la formación de zonas claras con vetas parduscas; Además, se producen retrasos en la brotación y deformaciones de los sarmientos jóvenes que tienden a adoptar una conformación en zig-zag, lo que es especialmente evidente si la tendencia climática es desfavorable para el crecimiento óptimo de la vid.
Si los ataques son muy intensos, los racimos también pueden dañarse con el consiguiente aborto de las flores o caída de las uvas jóvenes. Los pinchazos nutricionales realizados en bayas ya formadas provocan la aparición de manchas suberosas.
Recordamos, sin embargo, que los síntomas pueden confundirse con los de la acariosis, en particular de Calepitrimerus vitis; sin embargo, los trips causan pegajosidad de la lámina de la hoja, áreas necróticas y crecimiento en zigzag de los brotes. Además, se encuentran en todas las yemas del brote, mientras que Calepitrimerus vitis prefiere las yemas basales. Sin embargo, la observación a simple vista o con una lente permite distinguir fácilmente los trips de los ácaros.
Las técnicas para luchar contra estos trips deben tener en cuenta varios factores.
Hasta ahora, la lucha se realizaba a menudo con productos sintéticos, pero en los últimos años se ha comprendido cada vez más que en la base del equilibrio de estos insectos, entre otros, es necesario pensar en primer lugar en el diseño del Los sistemas vitícolas, su biodiversificación, las técnicas de herbaje, mulching, presencia de setos delimitadores, etc.
Se trata de técnicas de agroecología que permiten limitar significativamente las infestaciones hasta el punto de bajarlas incluso por debajo del umbral de intervención.
Además, generalmente el desarrollo de los trips está limitado por los depredadores presentes de forma natural en el viñedo. Sin embargo, puede resultar problemático en el caso del uso generalizado de insecticidas que interfieren con el crecimiento de las poblaciones de insectos beneficiosos; por este motivo no suele ser peligroso en agricultura ecológica.
Además, es útil adoptar técnicas de seguimiento para identificar el umbral de intervención, cuando sea necesario.
Los adultos se observan fácilmente, quizás con la ayuda de una lupa de cuentahilos, en las hojas y brotes, mientras que las formas juveniles son más difíciles de notar.
Se aconseja proceder a controles visuales desde que son visibles las primeras hojas (fase fenológica D-E según Baggiolini), examinando los brotes en busca de hembras que hayan sobrevivido al invierno. Posteriormente, a medida que crece el follaje, los controles se vuelven más difíciles. Un método empírico para evaluar el alcance de la infestación es utilizar una sábana negra o plateada sobre la cual sacudir la vegetación para identificar a los adultos y juveniles.
El control químico se realizaba antiguamente especialmente en caso de infestaciones superiores a 2-4 individuos durante el desarrollo de las primeras hojas (fase fenológica D-E según Baggiolini); en este caso se planificó una intervención insecticida con espinosad o ésteres fosfóricos. Esto a menudo permitía la eliminación de las hembras antes de que pusieran sus huevos, reduciendo así el tamaño de las poblaciones de verano.
En prefloración podría ser útil una intervención si las poblaciones fueran elevadas y se temiera daños a los racimos; el umbral es de unos diez individuos en las hojas apicales. En este periodo, las operaciones de poda en verde ayudan a reducir las poblaciones estivales.
En los últimos años hemos ido avanzando cada vez más hacia técnicas de control biológico y de cultivo agroecológico.
Para el control biológico hay que tener en cuenta que Drepanothrips reuteri es depredado en sus estadios juveniles por fitoseidos como Typholodromus pyri o por tisanópteros como Aelothryps intermedius. En agricultura ecológica se puede intervenir con aceites de verano y productos a base de piretro o azadiractina. El período más problemático es la fase de brotación, durante la cual los enemigos naturales aún no están presentes.
Guido Bissanti
Fuentes
– Wikipedia, la enciclopedia libre.
– GBIF, el Fondo Mundial de Información sobre Biodiversidad.
– Russo G., 1976. Entomología Agrícola. Parte Especial. Liguori Editore, Nápoles.
– Pollini A., 2002. Manual de entomología aplicada. Edagricole, Bolonia.
– Tremblay E., 1997. Entomología aplicada. Liguori Editore, Nápoles.
Fuente de la foto:
– https://www.uvadatavola.com/come-contenere-il-tripide-della-vite-drepanothrips-reuteri/