Lactucopicrina
Lactucopicrina
Lactucopicrina, cuyo término en la nomenclatura oficial de la IUPAC es: [(3aR,4S,9aS,9bR)-4-hidroxi-6-metil-3-metiliden-2,7-dioxo-2,3,3a,4,5, (4-hidroxifenil)acetato de 7,9a,9b-octahidroazuleno[4,5-b]furan-9-il]metilo, es una sustancia de origen natural con fórmula bruta o molecular: C23H22O7.
La lactucopicrina, también conocida como intibina, es una lactona sesquiterpénica presente en plantas del género Lactuca, en particular en la lechuga (Lactuca sativa L., 1753) y en algunas otras plantas de la familia Asteraceae, como la achicoria. La lactucopicrina es la responsable del sabor amargo de las hojas de estas plantas.
Además, la lactucopicrina ha sido objeto de estudios científicos por sus posibles efectos beneficiosos para la salud. Se cree que tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Sin embargo, la investigación en este campo continúa y no se han establecido conclusiones definitivas sobre sus efectos en la salud humana.
Cabe señalar que, en grandes cantidades, la lactucopicrina puede impartir un sabor muy amargo a los alimentos, que puede no ser del agrado de todos. Por lo tanto, se han desarrollado algunas variedades de lechuga para que contengan menos lactucopicrina para que su sabor sea menos amargo.
La lactucicopicrina es, por tanto, una sustancia amarga que tiene un efecto sedante y analgésico, actuando sobre el sistema nervioso central. Es una lactona sesquiterpénica y es un componente del lactucarium, derivado de la planta Lactuca virosa, además de encontrarse en algunas plantas relacionadas como Cichorium intybus. También se encuentra en el café de diente de león.
Además de su uso tradicional como sedantes y analgésicos, estas plantas también se han utilizado como antipalúdicos, y tanto la lactucina como la lactucicopicrina han demostrado efectos antipalúdicos in vitro. También se ha demostrado que la lactocopicrina actúa como inhibidor de la acetilcolinesterasa.
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