Los amorreos y la agricultura
Los amorreos y la agricultura
Los amorreos fueron una antigua población semítica que se desarrolló en la región de Levante, correspondiente a los actuales Siria, Líbano, Israel y Palestina, durante el período comprendido entre el año 2000 a. y 1600 a. La palabra «Amorrei» proviene del término sumerio «Martu», que se usaba para referirse a las tribus nómadas de la región desértica al oeste de Mesopotamia.
Los amorreos no constituían un solo estado unitario, sino que estaban divididos en numerosas ciudades-estado independientes que tenían cierta afinidad cultural y lingüística. Entre las ciudades-estado amorreos más importantes estaban Babilonia, Mari y Ashur. Estas ciudades-estado a menudo se encontraban en conflicto con los poderes dominantes de la región, como los acadios y los sumerios.
Alrededor del año 2000 a. C., los amorreos lograron establecer su dominio sobre varias regiones, incluida la ciudad de Babilonia, que se convirtió en un importante centro político y económico. Sin embargo, durante el segundo milenio antes de Cristo, los amorreos tuvieron que enfrentarse al surgimiento de otras potencias regionales, como los hititas y los egipcios.
Los hititas, de lo que ahora es Anatolia (Turquía), infligieron fuertes derrotas a los amorreos y finalmente lograron establecer su dominio sobre gran parte del Levante. Los egipcios, bajo el reinado del faraón Thutmosis III, llevaron a cabo una serie de campañas militares para expandir su imperio y derrotaron a los amorreos en varias batallas.
A pesar de las derrotas sufridas, los amorreos conservaron cierta influencia cultural en la región, ya que muchos de sus elementos culturales y lingüísticos se difundieron entre las poblaciones locales. En particular, el idioma amorreo influyó en la evolución de las lenguas semíticas habladas en la región.
A medida que surgieron nuevos poderes en el Levante, como los hititas y los egipcios, los amorreos perdieron gradualmente su identidad como entidad política y cultural distinta. Con el tiempo, fueron asimilados o absorbidos por otras poblaciones de la región y su historia como pueblo autónomo finalizó hacia el 1600 a.C.
Sin embargo, la herencia amorrea siguió influyendo en la historia y la cultura de la región. Por ejemplo, muchas de las ciudades-estado fundadas por los amorreos se convirtieron en importantes centros culturales y políticos en épocas posteriores, como Babilonia y Assur. El idioma amorreo y su influencia en los idiomas semíticos siguió estando presente incluso después de la desaparición de los amorreos como entidad política independiente.
Agricultura –
Los amorreos eran principalmente un pueblo nómada y seminómada, pero también tenían comunidades agrícolas.
La agricultura de los amorreos se basaba básicamente en el cultivo de cereales como el trigo, la cebada y el mijo. Estos cereales formaban la base de la alimentación y la economía de los amorreos. También cultivaban leguminosas como guisantes y lentejas.
Para practicar la agricultura, los amorreos utilizaban sistemas de riego para aprovechar al máximo los recursos hídricos disponibles en la región. Construyeron canales y zanjas para llevar agua a los campos y asegurar el buen crecimiento de las plantas. Estos sistemas de riego fueron esenciales para enfrentar los desafíos de una región árida como Mesopotamia y la Tierra de Canaán.
Los amorreos también poseían ganado, como ovejas, cabras y vacas, que utilizaban para obtener leche, carne y lana. La ganadería era un componente importante de la economía amorrea y proporcionaba a los pastores una fuente de alimentos y otros productos.
Sin embargo, debido a su naturaleza nómada, los amorreos también eran cazadores y recolectores. Aprovecharon los recursos naturales disponibles en la región, como la caza y la recolección de frutos silvestres, para complementar su dieta agrícola y pastoril.
La agricultura de los amorreos, aunque menos desarrollada que civilizaciones como los sumerios o los egipcios, aún representaba un componente esencial de su economía y modo de vida. Era un elemento clave en el suministro de alimentos y otros recursos necesarios para la supervivencia y el crecimiento de la sociedad amorriana.
Herramientas y artefactos agrícolas –
La gente, aunque nómada, había creado comunidades que practicaban la agricultura y también eran conocidas por sus habilidades de fabricación. No hay muchos hallazgos, sin embargo, por las prácticas agrícolas particulares, se supone que utilizaron las siguientes herramientas:
1. Arado: Los amorreos usaban el arado para preparar la tierra para la siembra. El arado consistía en un eje de madera con una hoja de metal o piedra en el extremo inferior, que era tirado por animales de carga como bueyes o burros.
2. Azada: La azada era una herramienta agrícola utilizada para trabajar la tierra y quitar las malas hierbas. Consistía en un mango de madera con una hoja de metal o piedra en el extremo.
3. Hoz: Los amorreos usaban la hoz para cosechar granos y otros cultivos. La guadaña consistía en una hoja afilada, generalmente de metal, unida a un mango curvo de madera.
4. Hoz: La hoz era una herramienta parecida a una hoz, pero de menor tamaño. Se utilizaba para cortar hierbas, forrajes y otras plantas de poca altura.
5. Ruedas de molino: Los amorreos usaban ruedas de molino para moler trigo y otros granos para hacer harina. Las muelas estaban hechas de piedra y se accionaban manualmente o con la ayuda de animales de carga.
6. Cerámica: Los amorreos eran conocidos por sus habilidades para hacer cerámica. Produjeron cerámica de varios tipos, como jarrones, cuencos y platos, que se utilizaron para fines domésticos y comerciales.
7. Textiles: Los amorreos eran hábiles tejedores y producían telas de lana, lino y otros materiales. Hicieron ropa, alfombras, cortinas y otros productos textiles.
8. Joyas: Los amorreos también eran conocidos por su fabricación de joyas. Hicieron anillos, pulseras, aretes y collares, a menudo decorados con piedras preciosas y perlas.
Su cultura y habilidades de fabricación variaron a lo largo del tiempo y el espacio, pero la agricultura y la fabricación fueron fundamentales para su civilización.
Guido Bissanti