Un mundo ecosostenible
Naturaleza a salvarParques y Reservas

Parque Nacional de los Picos de Europa

Parque Nacional de los Picos de Europa

El Parque Nacional de los Picos de Europa, cuyo Código WDPA es: 71213 es un área protegida de España, presente en una región de la costa norte de España.
Este parque tiene una superficie de 65.000 Ha y fue establecido con la Ley 16 de 1995.
El organismo gestor es directamente el Ministerio de Medio Ambiente.

Geografía –
El Parque Nacional de los Picos de Europa es un parque nacional español que comprende parte de la cordillera de los Picos de Europa, que forma parte de la Cordillera Cantábrica. El parque se extiende por una región que forma parte de las comunidades autónomas de Castilla y León, la provincia de León (24.719 Ha), Asturias (24.560 Ha) y Cantabria (15.381 Ha).
La mayor altitud del parque se encuentra a 2.648 m s.n.m. en la cima de Torrecerredo y la más baja a 75 m s.n.m. en el río Deva. El desnivel máximo entre dos puntos del parque es por tanto igual a 2.573 m.
Los elementos geológicos del parque se deben a la combinación de la acción de los glaciares con los macizos calizos que forman la cordillera Cantábrica.

Climatizado –
El Parque Nacional de los Picos de Europa se caracteriza por una notable variedad de ambientes. Un primer factor de diversificación es por supuesto la altitud, con unos 2500 metros de desnivel entre las montañas más altas (Torre de Cerredo alcanza los 2648 m) y el fondo de los valles que atraviesan el parque. Las zonas más cercanas al mar Cantábrico tienen de hecho un clima típicamente oceánico, con baja amplitud térmica anual y precipitaciones abundantes y bien distribuidas a lo largo del año. El clima de las zonas más meridionales, que miran hacia la Meseta y el centro de la Península Ibérica, es en cambio parcialmente continental, con inviernos más fríos y precipitaciones más discontinuas.
La intrincada topografía de la zona permite la existencia a baja altura de pequeñas áreas de clima prácticamente mediterráneo, favorecidas por la óptima exposición y la pendiente del terreno.
El mes más frío es febrero, con una máxima media de 5 °C y una mínima media de -2 °C.
El mes más caluroso es agosto, con una temperatura máxima promedio de 16 °C.
La precipitación media anual total es de aproximadamente 1.142 mm.
El mes más seco del año es agosto con un promedio de 52 mm de lluvia.
El mes más lluvioso es diciembre con un promedio de 131 mm de lluvia.

Flora-
El Parque Nacional de los Picos de Europa se caracteriza por una gran variedad de hábitats. Entre las más interesantes se encuentran las dehesas de siega, ricas en biodiversidad pero amenazadas por el progresivo abandono de las prácticas agrícolas tradicionales. Como en todo el continente europeo, los humedales también son muy preciados, en particular los estanques y las turberas. En un medio calcáreo como el de los Picos -con la permeabilidad del suelo que tiende a disponer rápidamente de las precipitaciones- estas son muy importantes en los meses menos lluviosos para saciar la sed del ganado, pero en caso de uso excesivo tienden a degradar.
En cuanto a la cubierta arbórea, el haya es la especie más extendida; esta crece entre 800 y 1500 m cubriendo las laderas de las montañas. Algunos ejemplares alcanzan hasta 40 m de altura. En el fondo del valle crecen majestuosos castaños y 3 especies de robles: roble, roble inglés y roble melojo. El tejón ocupa las zonas más umbrías. Un papel especial lo juega el acebo, que puebla los hayedos y que representa, en época invernal, fuente de alimento para la fauna. Arándanos, violetas y lirios de los Pirineos crecen en áreas abiertas, por encima de la línea de árboles; 40 especies de orquídeas silvestres viven en las partes más pedregosas del Parque.

Fauna –
El animal representativo y símbolo del parque nacional de los Picos de Europa es el rebeco cantábrico (Rupicapra pyrenaica parva), del que existen varias esculturas repartidas por diversos lugares.
Numerosas especies protegidas se encuentran en el parque, como el desmán, el urogallo, el quebrantahuesos o el oso pardo. El oso pardo es sin duda una de las especies más características de la Cordillera Cantábrica, cuyas poblaciones ocupan una pequeña porción de su hábitat original en la Península Ibérica. Entre los grandes carnívoros destaca también la presencia del lobo ibérico (Canis lupus signatus). En las zonas boscosas encontramos ciervos (Cervus elaphus), corzos (Capreolus capreolus), jabalíes y diversas especies de pequeños y medianos carnívoros como el tejón (Meles meles), la garduña (Martes martes), el armiño (Mustela erminea), la jineta (Genetta genetta), etc.
También cabe destacar la cabra montés ibérica. Extinto en el siglo XIX por exceso de caza, fue reintroducido en semiactividad en la Reserva de Riaño, entre 1991-1997, a partir de los ejemplares capturados en la Sierra de Gredos. En 1998 fueron luego estrenadas en varios lugares dentro del Parque.
En la zona también encontramos muchas aves y muchas aves rapaces que la convierten casi en un reducto. Aquí están, de hecho, el buitre leonado, el alimoche, el águila real, el águila perdicera, el águila menor, el búho real y luego los gavilanes, azores, milanos y aguiluchos. En los bosques habitan el urogallo, algunas especies de pájaro carpintero y varias paseriformes.

Guido Bissanti




Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *