Reproducción del Alerce europeo
Reproducción del Alerce europeo
El Alerce europeo (Larix decidua Mill., 1768) es una conífera de la familia Pinaceae.
Hábitat de reproducción adecuado –
El Alerce europeo es una especie originaria de las montañas de Europa Central, los Alpes y los Cárpatos, así como los Pirineos, con poblaciones de tierras bajas desarticuladas en el norte de Polonia y el sur de Lituania. Está ampliamente naturalizado en Escandinavia.
En Italia es muy común en todos los Alpes, donde también alcanza alturas muy elevadas (más de 2.500 metros). Donde el bosque da paso a prados alpinos, se encuentran individuos aislados, deformados por el viento y la nieve.
Crece en suelos neutros a ácidos, principalmente en roca granítica.
Propagación –
Para la propagación de Larix decidua hay que tener en cuenta que esta planta, a diferencia de las otras coníferas europeas, pierde totalmente sus hojas en invierno. Esta característica sin duda le permite tener una mayor resistencia al frío y ser reconocida a primera vista en un bosque de montaña invernal. En primavera la planta adquiere hojas verdes, puntiagudas y resistentes, mientras que en otoño todo el follaje se vuelve amarillo y cae al suelo.
También es una planta muy longeva con una vida útil cercana a los 1000 años.
Esta conífera prefiere una posición abierta y aireada en suelos ligeros o con grava bien drenados y tolera suelos ácidos y poco fértiles, pero se porta mal en suelos muy turbosos o muy calcáreos.
Además, al alerce no le gusta la contaminación del aire y, por lo tanto, no crece bien en las ciudades.
Es una planta de crecimiento muy rápido.
Para su propagación es posible partir de semilla. La semilla permanece viable durante 3 años.
La siembra debe realizarse al final del invierno en macetas en un ambiente sin calefacción. La estratificación en frío de un mes favorece la germinación.
Una vez que las plántulas jóvenes han germinado, es aconsejable sombrearlas durante el primer año.
El trasplante debe realizarse a fines de la primavera proporcionándoles un mantillo eficaz que excluya las malezas y, preferiblemente, protección para el invierno durante el primer año.
Si tiene plántulas, es aconsejable utilizar las que crecen en el suelo y no las que se encuentran en macetas que, a menudo, pueden tener raíces en espiral.
Ecología –
El Alerce europeo, como muchas otras coníferas alpinas y no alpinas, está sujeto a diversas amenazas, principalmente relacionadas con la acción antrópica pero también con el cambio climático.
Las principales amenazas incluyen:
– Uso intensivo de madera;
– Compensación relacionada con el desarrollo de estaciones de esquí;
– Ampliación de pastos de altura;
– Regeneración lenta;
– Excesiva presión de vida silvestre en áreas de bosques de alerces.
Los bosques naturales de alerces seculares son entornos poco comunes y figuran entre los hábitats de especial interés.