Fucoxantina
Fucoxantina
La fucoxantina es una molécula natural y un carotenoide (por lo tanto, un pigmento vegetal) típico de las algas pardas.
También se encuentran cantidades menores de fucoxantina en algunas algas rojas y verdes.
La fucoxantina tiene una fórmula bruta o molecular: C42H58O6, que le da el color característico, superponiéndose a los tonos verdes de la clorofila. La fucoxantina absorbe la luz principalmente en el rango de azul verdoso a amarillo verdoso del espectro visible, alcanzando un máximo alrededor de 510-525 nm y absorbiendo significativamente en el rango de 450 a 540 nm.
Los estudios metabólicos y nutricionales realizados en ratones en la Universidad de Hokkaido indican que la fucoxantina promueve la quema de grasa dentro de las células del tejido adiposo blanco.
Según un estudio humano doble ciego controlado por placebo con extracto de algas que contiene fucoxantina en combinación con aceite de semilla de granada, se demostró una pérdida de peso promedio de 4,9 kg en mujeres obesas durante un período de 16 semanas.
Sin embargo, la concentración de fucoxantina en las algas, incluidas las marrones, es claramente más baja que las dosis utilizadas para investigar sus características funcionales en animales.
Para alcanzar cantidades similares, sería necesario tomar estos alimentos en dosis que los hagan tóxicos, debido a la gran cantidad de yodo ingerido y el consiguiente riesgo de hipertiroidismo; Además, no debemos olvidar los numerosos informes según los cuales las algas y productos derivados están en peligro real de contaminación por arsénico.
Más allá de esto y su contenido en fucoxantina, las algas siguen siendo una excelente fuente de yodo (que en las dosis adecuadas es fundamental para estimular la actividad tiroidea y el metabolismo basal) y ácido algínico (un polisacárido que aumenta la densidad del contenido gástrico, estimulando la sensación de saciedad. y actúa como un laxante de masa suave).
Aunque el mecanismo de acción de la fucoxantina aún no se conoce por completo, la evidencia experimental reciente sugiere un papel biológico particularmente complejo.
Más precisamente, la fucoxantina ejercería:
– una actividad antioxidante directa, actuando como eliminador de radicales libres de oxígeno;
– una actividad antiinflamatoria, eficaz para reducir las concentraciones de citocinas inflamatorias como TNF-alfa y PGE2, normalmente implicadas en la génesis del proceso inflamatorio;
– una actividad antiobesigénica, probablemente ligada a la capacidad de la fucoxantina para controlar la actividad de PPAR gamma aguas arriba y de termogeninas aguas abajo.
Estas dos proteínas, también conocidas como UCP o proteínas desacoplantes, se expresan normalmente en el tejido adiposo marrón, un tipo de grasa poco representada en humanos.
Con su actividad, estas proteínas parecen contribuir a la disipación de la energía obtenida de las grasas, en forma de calor; por tanto, serían la base de un mecanismo de defensa innato del cuerpo humano frente al exceso de grasa y al frío.
Una actividad antitumoral, observada en algunos estudios preliminares sobre cultivos celulares, y relacionada en gran medida con la capacidad de regular la tasa de proliferación – diferenciación de estos clones.
Sin embargo, en la actualidad, el uso principal de la fucoxantina se orienta principalmente al manejo de la obesidad.
Entre los efectos secundarios cabe recordar que, a pesar de que el uso correcto de fucoxantina fue generalmente bien tolerado, sería conveniente recordar los posibles efectos secundarios, tanto de naturaleza metabólica como tóxica, relacionados con la posible ingestión de alimentos que contienen fucoxantina en grandes cantidades.
Estos efectos son atribuibles a la presencia masiva de yodo que, si se toma en exceso, perturba la tiroides y puede causar algunas formas de hipertiroidismo.
Además, debe evitarse el uso de fucoxantina durante el embarazo y el período posterior de lactancia, así como en niños.
Sería necesaria una estrecha supervisión médica, mientras se usa fucoxantina, en pacientes que padecen diversos tipos de patologías o que se someten a farmacoterapia concomitante.
Finalmente, el uso de alimentos que contengan fucoxantina podría traer grandes cantidades de yodo, con posibles consecuencias metabólicas.
Advertencia: La información que se muestra no es un consejo médico y puede no ser precisa. Los contenidos son solo para fines ilustrativos y no reemplazan el consejo médico.