Cómo se cultiva el bonetero
Cómo se cultiva el bonetero
El bonetero (Euonymus europaeus L.) es una planta de la familia Celastraceae bastante extendida en Europa que crece en bosques mixtos latifoliados. En Italia está presente en todo el territorio nacional.
Sus estructuras reproductivas se dan en primavera cuando se forman pequeñas flores hermafroditas blancas que, en otoño, dan lugar a los característicos frutos rojos con una curiosa forma similar al sombrero que usan los sacerdotes católicos (de ahí el nombre).
Existen varios cultivares de esta especie, interesantes desde el punto de vista estético gracias a los frutos de vivos colores; Euonymus europaeus «Red Cascade», por ejemplo, tiene colores otoñales más marcados que la especie y frutos rosados más abundantes.
Cultivo –
Euonymus europaeus es una planta que ama los lugares soleados o semi sombreados y resiste el calor y las heladas pero no tolera los vientos fuertes.
Desde el punto de vista pedológico, prefiere suelos compactos, ricos en materia orgánica y con valores de pH que van desde neutros a alcalinos.
La planta se reproduce por semilla en primavera y puede propagarse por esquejes en verano de agosto a septiembre.
Se recomienda la multiplicación por esquejes ya que es más rápida y asegura plantas idénticas a la madre.
En cuanto al riego, esta planta, excepto en las primeras etapas de desarrollo, se satisface con el agua de lluvia y solo debe regarse durante períodos de sequía prolongada. Los arbustos que crecen en macetas, por otro lado, requieren un suministro de agua regular y frecuente, pero solo cuando el suelo está completamente seco.
Para la fertilización recomendamos la clásica fertilización previa a la siembra, en el hoyo que albergará la plántula joven, con sustancia orgánica, a realizarse en el período de finales de otoño o principios de primavera; posteriormente se debe realizar una fertilización anual para ser administrada al pie de los arbustos con abono orgánico, al final del período invernal.
Usos –
El bonetero es una planta venenosa. Debido a la belleza de los frutos y hojas, rojos en otoño, es muy utilizado en jardines.
La madera, muy dúctil, se utilizó en el trabajo de incrustaciones y para hacer los «husos» de la lana (de ahí el nombre común de Fusaggine).
Las ramas tiernas y carbonizadas fueron utilizadas por los pintores como carbón.
Por su ductilidad, esta madera se utilizó en la fabricación de mondadientes, para trabajos de incrustaciones y para la confección de arcos para violas.
Las ramas tiernas, carbonizadas, fueron utilizadas por los pintores como carbón vegetal, mientras que el carbón obtenido de esta planta se utilizó en la fabricación de pólvora.
El aceite extraído de la planta se puede utilizar para la producción de jabones.
Las flores son polinizadas principalmente por moscas; la diseminación se realiza por mirlos, petirrojos, tordos y otras aves, que son atraídas por los vistosos frutos.