Macerado de ajo
Macerado de ajo
El macerado de ajo es una de las preparaciones que repele insectos y ácaros; por tanto útil para la contención de parásitos de cultivos de hortalizas realizados con técnicas de cultivo ecológico.
Además, el ajo también ejerce una actividad eficaz contra enfermedades fúngicas como el mildiú velloso y, si se distribuye en el suelo, contra algunos tipos de nematodos (parásitos presentes en la tierra).
El uso de macerado de ajo, al igual que otros productos similares, debe utilizarse en todo caso de forma preventiva cuando existan condiciones climáticas (humedad y temperatura) que puedan provocar infestación de criptogamas o parásitos.
Preparación –
Para la elaboración del macerado de ajo indicamos las dosis que, obviamente, para usos mayores hay que multiplicar en proporción.
En nuestro caso se utilizan 100 g de bulbos de ajo, que hay que picar en 10 litros de agua, y dejarlos macerar durante al menos 24 – 36 horas.
Con un procedimiento similar, también puedes preparar la infusión de ajo poniendo 3 o 4 dientes de ajo machacados en 1/2 litro de agua hirviendo y dejándolos reposar un par de horas.
En caso de que deban prepararse grandes cantidades para añadir al suelo, se pueden utilizar tanto clavo como hojas; en este caso las dosis serán de 5 kg de planta fresca por cada 100 litros de agua.
Usar –
Tanto la infusión como el macerado deben utilizarse sin diluir, pulverizados directamente sobre las plantas o sobre el suelo.
Sin embargo, antes de usarlo, es recomendable filtrar bien la preparación, incluso con un paño de lino, para evitar que se obstruyan las boquillas del nebulizador.
Una solución que aumenta la eficacia de la infusión o macerado es añadir una cucharada de jabón de Marsella por cada litro de agua.
Esta formulación también añade el del jabón de Marsella a la acción del ajo y lo hace más eficaz contra los pulgones y las cochinillas.