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Cosechadora de aceitunas

Cosechadora de aceitunas

La recolección de la aceituna es una de las fases más delicadas y costosas. En los últimos tiempos se han desarrollado herramientas más específicas para la recolección, que se denominan cosechadora de toros.
Los bocadillos o cocteleras pueden ser de diferente tipo y potencia pero deben resolver dos requisitos esenciales, a saber: la eficiencia de la recolección y la protección de la calidad del producto.
Las cosechadoras pueden ser eléctricas, neumáticas o endotérmicas.
La elección no es sencilla, no solo por la amplia gama de productos disponibles en el mercado sino porque las necesidades de quienes tienen que utilizarlo pueden ser diferentes.
De hecho, van desde cosechadoras eléctricas, hasta neumáticas y motorizadas, con peines fijos de plástico o de carbono extraíbles, etc.
Con el fin de adquirir esta herramienta cada vez más útil, sin embargo, es necesario seguir algunas indicaciones.
Empecemos por la nutrición.
Hoy en día, la mayoría de las cosechadoras a la venta funcionan con energía eléctrica; es una solución práctica, económica, fácil de mantener y versátil.
En cuanto a potencia, existen motores de varias potencias: van desde los 12 voltios, para los que tienen pocas plantas para cosechar o pueden dedicar más tiempo, hasta los 36 voltios, que obviamente permiten tiempos de cosecha más rápidos.

Suministro –
La fuente de alimentación puede ser del tipo batería, que el operador lleva a la espalda, o con un cable conectado a una batería de automóvil normal. En el primer caso, tienes mucha más libertad para moverte por el campo, pero el peso sobre tu espalda puede crear problemas a la larga, especialmente para quienes lo padecen.
En el segundo caso, sin embargo, te cansas menos pero el cable (generalmente entre 10 y 15 metros) puede ralentizar tus movimientos, especialmente si hay más de un trabajador en el campo.

Poder –
En el mercado también encontramos recolectores de aceitunas motorizados, mucho más potentes y eficientes que, por otro lado, producen un ruido bastante elevado, son pesados ​​y el motor, calentándose, no es muy cómodo si los días son suaves y está sujeto a mayor mantenimiento.
Por último, pasamos a las cosechadoras neumáticas, en las que la potencia se transmite con aire comprimido, a través de un compresor que puede ser alimentado por gasolina o por un tractor. Con estas herramientas también pasamos a poderes superiores, combinados con libertad de movimiento; por otro lado tenemos un sistema de potencia más complejo que una batería eléctrica o un motor de combustión interna.
En lo que a velocidad se refiere, pasamos de las cosechadoras eléctricas, que tienen una velocidad de 800-1.100 golpes por minuto, a las neumáticas o motorizadas que pueden llegar incluso a 2000.
Es evidente que una mayor velocidad corresponde a tiempos de cosecha más cortos y más plantas por unidad de tiempo. Con velocidades más altas hay ritmos de trabajo más intensos, que se combinan bien con plantas con muchas plantas para trabajar.

Autonomía de trabajo –
Si tienes una buena cosechadora eléctrica con batería de hombro, esto te permite trabajar casi un día entero sin interrupciones, aunque mucho depende del ritmo de trabajo y la temperatura del aire. Al elegir el equipo, sin embargo, siempre es necesario evaluar la carga de trabajo que se debe afrontar y considerar la compra de una batería adicional.
No se debe pasar por alto el peso, que también debe elegirse en función de la capacidad y la fuerza del operador. De hecho, cuando se recolectan las aceitunas, se pasan largas horas en el campo, por lo que también es correcto evaluar el peso del equipo.
Normalmente las cosechadoras eléctricas tienen un peso variable desde los 2 kilos hasta más de 3 kilos, mientras que para los agitadores motorizados ronda los 5-6 kilos.

Equilibrio –
El equilibrio de los pesos de una explosión suele ser más importante que otros componentes, ya que una explosión bien equilibrada, para el mismo peso, hace que el trabajo sea más liviano.
Los modelos eléctricos más económicos tienen el motor en el cabezal, esta característica hace que el agitador esté desequilibrado y sobre todo al trabajar la parte superior de la marquesina, los brazos tienen que hacer un gran esfuerzo para mantener la herramienta en posición.
Para ello recomendamos los rackers con el motor colocado en la cola, lo que permite equilibrar mejor el instrumento. Las cosechadoras con motor de gasolina tienen todo el motor apagado.

Vibraciones –
Con el tiempo los modelos más recientes se han fabricado con sistemas de menor vibración; sin embargo, los modelos más económicos pueden transmitir las vibraciones producidas por el motor de la cosechadora a la mano del operador, lo que a la larga puede provocar fatiga y consecuencias también en las articulaciones.

Longitud y peso –
Las cosechadoras de toros se venden generalmente con varillas fijas o telescópicas. Los telescópicos suelen oscilar entre 2 y 3 metros; la elección de la longitud se debe hacer en dos criterios: la altura del toldo y la altura del operador.
El peso también juega, como se mencionó, un papel importante. son las de fibra de carbono que pesan menos que las de aluminio pero, por supuesto, cuestan más.

Peines –
Los peines se componen de puntas de diversos materiales, formas y longitudes; además, se mueven con diferentes movimientos. En general, hay que considerar que las varillas de plástico, ciertamente baratas, son menos resistentes que las varillas de carbono o tecnopolímero. Además, hay que tener en cuenta que los peines monolíticos, en los que las varillas individuales no pueden sustituirse individualmente, requieren el cambio de toda la pieza en caso de rotura.
Digamos que la elección de una abbacchiatura debe, por tanto, responder a criterios diferentes, para los que no hay abbacchiature, absolutamente mejor que otra.
Esto depende de la cantidad de plantas a cosechar, su forma de poda, su altura y las características del operador.
En definitiva, la experiencia de quienes ya lo utilizan siempre es muy útil ya que este es el resultado de una prueba de campo abierto con todos los aspectos positivos y negativos.
Está claro que para el acopio de unas pocas plantas puede bastar una paliza de “pocas pretensiones”, pero si esta operación se va a hacer para uso comercial hay que tener mucho cuidado con las características cualitativas que hemos resumido.




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