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Cómo podar el serbal comun

Cómo podar el serbal comun

El serbal (Sorbus domestica L.) es un árbol frutal de la familia de las rosáceas y sus frutos se denominan comúnmente sorbole.
Esta planta es una especie originaria del sur de Europa, desde España hasta Crimea y Asia Menor, a menudo cultivada para frutos incluso fuera de su área de distribución. En Italia se encuentra esporádicamente en toda la península y en las islas, en el monte latifoliado preferentemente sobre un sustrato calcáreo.
El serbal es una planta de crecimiento lento, por lo que se ha convertido en una especie cada vez menos cultivada y está presente en granjas o en huertas y huertas de aficionados.
Sin embargo, en esta planta el injerto de espino o membrillo permite acortar el período improductivo, aunque la fructificación se produzca alrededor de los 10 años de edad.

Técnica de poda –
Generalmente, no se realiza la poda del serbal, salvo algunos cortes durante la fase de crianza para dar forma a la planta y, posteriormente, para eliminar las ramas dañadas o secas. Sin embargo, la planta tiene una propensión natural a alternar, por lo que los años de descarga pueden ir seguidos de años de carga, con una producción considerable de frutos.
Por esta razón es buena, sin embargo, podar ligeramente y de la misma manera todos los años.
En general se puede elegir la forma que tiende a asumir de forma natural o piramidal; lo importante es intervenir desde los primeros años de la planta para mantenerla ordenada y circunscrita.
Las intervenciones de poda solo serán necesarias para eliminar todas las ramas enfermas o dañadas por el viento; además, puesto que es importante que la luz penetre siempre correctamente dentro del toldo de serbal, es necesario intervenir ligeramente en la parte interna del toldo para dejarlo libre y abierto.

Variedades y portainjertos –
El serbal es una planta de la que, debido al desinterés por el cultivo comercial, existen muy pocas variedades y que difieren sustancialmente en la forma y tamaño del fruto.
En general, se pueden reconocer dos variedades: aquellas con frutos en forma de pera más alargados (similares a las peras pequeñas), y aquellos con frutos maliformes, más redondos (similares a las manzanas pequeñas).




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