Alantoína
Alantoína
Alantoína cuyo término en la nomenclatura oficial de la IUPAC es: (2,5-dioxi-4-imidazolidinil) urea es una urea con una fórmula bruta o molecular C4H6N4O3.
La alantoína fue descubierta por un grupo de científicos británicos a principios del siglo XX. Esta sustancia se encuentra en algunas plantas, como Symphytum officinale, una planta con propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes, que también es útil contra trastornos digestivos, artrosis y calambres, en remolacha azucarera, aloe vera, manzanilla y otras plantas. .
La alantoína también se produce de forma natural en algunos mamíferos.
De hecho, la alantoína es el producto final de la oxidación del ácido úrico que es catalizada in vivo por las enzimas urato oxidasa y 5-hidroxiurato hidrolasa. Además de algunas plantas, se produce a través de la vía metabólica denominada catabolismo de las purinas.
En los animales se puede encontrar en la orina de casi todos los mamíferos, excepto los primates, que carecen de la enzima urato oxidasa. Normalmente se produce por síntesis química con diferentes procesos: mediante reacciones de oxidación con permanganato de urea, o con reacciones de urea a alta temperatura en ácido dicloroacético, o por condensación de urea y ácido glioxílico. El producto de síntesis contiene ambos enantiómeros, R y S, en concentraciones similares.
La presencia en la especie humana, según algunos autores, demostraría aún más la discutida capacidad del ácido úrico para actuar como antioxidante a concentraciones normales en los tejidos. Sin embargo, no se conocen sus efectos celulares.
Según un estudio realizado hace unos años, se encontró que la aparición de alantoína plasmática en pacientes que padecen enfermedad coronaria crónica se asocia con una implicación inequívoca del estrés oxidativo. Además, un estudio póstumo ha demostrado que sus concentraciones cutáneas son mayores en pacientes que padecen los síndromes autoinmunes vitiligo, enfermedad de Behcet y artritis reumatoide.
Esto confirmaría la hipótesis original del papel de los radicales libres de oxígeno en la aparición de lesiones cutáneas ligadas a enfermedades. En cualquier caso, esta condición podría estar provocada por un estrés oxidativo que podría provenir del eje xantina / xantina oxidasa, es decir, del metabolismo del ácido úrico.
La alantoína encuentra hoy numerosas aplicaciones en medicina y cosmética. Esta sustancia ha sido reconocida por la farmacopea estadounidense (USP, europea (Farmacopea europea) y británica (British Pharmacopoeial Codex) como agente dermatológico y vulnerario.
La FDA clasifica la alantoína como una sustancia protectora de la piel en los productos de venta libre con concentraciones entre el 0,5% y el 2%. En cosmética se considera queratolítica y reepitelizante, como la urea, aunque por su escasa solubilidad en agua se utiliza en concentraciones relativamente bajas.
La alantoína no es irritante, sino calmante y calmante, por lo que es ideal para erupciones cutáneas, enrojecimiento, irritación o cicatrices. Sin embargo, para los cosméticos se crea en el laboratorio.
Advertencia: La información que se muestra no es un consejo médico y puede no ser precisa. Los contenidos son solo para fines ilustrativos y no reemplazan el consejo médico.