Un mundo ecosostenible
Especies AnimalesInsectos

Hyalopterus pruni

Hyalopterus pruni

El mullido áfido del ciruelo (Hyalopterus pruni (Geoffroy)) es un pequeño rincote homóptero que pertenece a la familia Aphididae.

Sistemático –
Desde el punto de vista sistemático, pertenece al dominio Eukaryota, Reino Animalia, Subregión de Eumetazoa, Bilateral Arthropoda, Subphylum Hexapoda, Insecta Clase, Pterygota Subclase. Aphidoidea, Family Aphididae y luego al género Hyalopterus y a la especie H. pruni.

Distribución geográfica y hábitat –
El esponjoso mullido del ciruelo es un pequeño insecto que prefiere lugares más húmedos; dentro de las áreas restringidas, la concentración de la población es mayor en las cercanías de cauces o áreas con menos insolación; esto podría atribuirse a un crecimiento mucho más rápido de la población en hábitats húmedos. También es un áfido cosmopolita con una distribución más grande en presencia del huésped primario (ciruelo).

Morfología –
El áfido harinoso del ciruelo, que es similar al congénero Hyalopterus amygdali del Melocotón, es un pequeño áfido verdoso que vive en colonias en la página inferior de la hoja; Además, este pulgón está cubierto por una característica secreción cerosa blanquecina que le da a la colonia un aspecto en polvo y más claro. Es de 2,5 a 3 milímetros de largo, de forma estrecha y ovalada, con un color verdoso en el que emergen los ojos rojos. También tiene antenas largas de medio cuerpo, cola cónica y algunas cornisas.

Actitud y ciclo biológico –
Hyalopterus pruni es dioico y desarrolla su ciclo entre los géneros Prunus (huéspedes primarios) y algunas plantas espontáneas, como cañas y cañas de pantanos (Phragmites communis, etc.) que son los huéspedes secundarios. El áfido excede el invierno en la fase de huevo, negruzco y alargado, en el huésped primario, unido a las ramitas y la base de las yemas. Al comienzo del período de primavera, con los primeros brotes en ciernes del Susino, reanudó la actividad originando algunas generaciones de fondatrigenie que permanecen hasta el verano, después de lo cual el Afide se trasladó al invitado secundario. Posteriormente, en el período comprendido entre el verano y el otoño, se devuelve al ciruelo para poner el huevo de invernación. En algunos casos, en presencia de veranos frescos y húmedos, pueden permanecer en el huésped primario; a veces también puede ocurrir que los H. pruni se muevan de una a otra, extendiendo la infestación.

Papel ecológico –
El pulgón afidoo del ciruelo, como se mencionó, es el anfitrión de las plantas del género Prunus, en particular de la ciruela y más raramente del albaricoque, que puede causar un daño considerable.
Su actividad nutricional produce una fuerte cantidad de ligamaza que se asienta sobre la vegetación; esto, junto con las secreciones cerosas, causa un daño indirecto grave debido a la asfixia, debido a la oclusión de los estomas, al inicio de la fumigación y las quemaduras, debido al efecto lento de la mielada. El efecto más evidente es que las hojas y las yemas afectadas, incluso si no se arrugan intensamente, se deforman levemente y también presentan una leve atrofia; El daño, en caso de infestaciones fuertes, puede ser muy alto para la filoptosis y la ligera atrofia de los chorros y para los frutos que permanecen sucios. A este daño primario se agrega, en algunos casos, la difusión de los hoyos de anillo, que es una virosis de la cual el vector parece ser solo este pulgón.
Además, las simbiosis se establecen con las hormigas que las protegen y diseminan.
El reequilibrio de las poblaciones de este áfido hacia los umbrales ecológicos y de tolerancia productiva está vinculado a la aplicación de prácticas agroecológicas, entre las que destacan las medidas que permiten la presencia en el rango de sus antagonistas naturales. Entre estos recordamos algunos depredadores y parasitoides:
– Coleoptera Coccinellid: Adalia bipunctata, Coccinella septempunctata y C. decempunctata, Harmonia conglobata, Scymnus spp., Exochomus spp.
– Rincoti Antocoridi: géneros Orius y Anthocoris;
– Neuroptera de crisópidos: género Chrysopa y Chrysoperla;
– Diptera Sirfidi: Syrphus spp., Scaeva spp., Episyrphus spp .;
– Ditteri Cecidomidi: Aphidoletes spp .;
– Aphididae Hymenoptera: Aphidius spp .;
– Ácaros trombídidos.
La presencia de la entomofauna antagonista, que reequilibra la biocenosis, se ve obstaculizada en gran medida por las especializaciones agrícolas, por sextos excesivamente estrechos, por la falta de pasto, por setos que permiten el aumento de la biodiversidad. Además, el objetivo de aumentar la producción, con un aumento en los fertilizantes sintéticos, como sobre todo las sales nítricas, se encuentran entre las principales causas del aumento exponencial en sus poblaciones.
Entre otras cosas, el uso de insecticidas sintéticos, como los fosforgánicos en particular, a menudo disminuye con precisión la entomofauna útil que al final ya no puede contener este pulgón. Con la aparición de las primeras colonias, es posible intervenir con infusiones de macerado y jabón de Marsella que, a pesar de ser más suave como efecto insecticida a largo plazo, permite el reequilibrio de las poblaciones y la contención del Áfido harinoso del ciruelo.
Finalmente, recordamos el papel de la lucha microbiológica que actualmente sufren los hongos de acción parasitaria, como Entomophtora fresenii, en Francia, y Verticillium lecanii, en Inglaterra.

Guido Bissanti

Fuentes
– Wikipedia, la enciclopedia libre.
– Russo G., 1976. Entomología agrícola. Parte especial. Liguori Editore, Nápoles.
– Tremblay E., 1997. Entomología aplicada. Liguori Editore, Nápoles.



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *