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Propiedades y usos del santo cardo

Propiedades y usos del santo cardo

El santo cardo (Centaurea benedicta (L.) L., 1763) es una especie herbácea anual que pertenece a la familia Asteraceae. Es una planta con una raíz de color blanco, de 20 a 60 cm de altura; con un tallo velloso-velloso-velloso-rojizo, erecto, ramificado, frondoso hasta el ápice. Las hojas son de color verde pálido, glandulosas-lanosas, alternas, sinuato-penatifida, con raquis de canalé blanco, de las cuales las basales son poco pecioladas, largas hasta 30 cm y las de las cánulas semi-abrazadas o que fluyen brevemente sobre el tallo, todo en segmentos triangular dentado-espinoso.
La planta se caracteriza por inflorescencias recolectadas en cabezas de flores solitarias, de 2-3 cm de diámetro, ubicadas en el vértice de los tallos, rodeadas por un conjunto de grandes brácteas de hojas, insertadas debajo de la cabeza. En esta hoja vemos las propiedades y usos del santo cardo y algunas indicaciones útiles para su cultivo.
De hecho, esta especie fue una vez cultivada. Puede sembrar en abril, posiblemente en filas con un sexto de 60-70 cm x 30 cm. En cuanto a la cosecha, las plantas se cortaron al principio de la floración en verano, incluso con la posibilidad de realizar una segunda siega en el período de otoño.

El cardo santo contiene glucósidos amargos, como cnicina, aceite etéreo, azúcares, mucílagos, taninos, sustancias resinosas y gomosas, además de su quema se genera una gran cantidad de ceniza con la presencia de sales de potasio, calcio y magnesio.
El cardo santo, por sus cualidades, se utiliza sobre todo en fitoterapia. Toda la planta seca (eliminada las partes más grandes del tallo) y florecida, tiene propiedades amargas, tónicas, estimulantes, emagógicas, diuréticas, diaforéticas. Atención porque la sobredosis provoca quemaduras traqueoesofágicas, vómitos y cólicos acompañados de diarrea. Esta planta no está recomendada para quienes padecen hiperclorhidria o lesión renal. Para las propiedades de sabor amargo y tónico, se utiliza en la preparación del vermut y el amargor digestivo.
Uno de los ingredientes activos, la cnicina, tiene propiedades antibióticas y antiinflamatorias.
El uso de Centaurea benedicta está contraindicado para sujetos con hiperacidez gástrica y alérgicos a las asteráceas.
Una leyenda cuenta que esta hierba fue introducida por las Indias a mediados del siglo XV y donada al Emperador Federico III, quien se recuperó de su migraña, que como resultado de estos efectos benéficos la llamó beata.
También fue muy popular en el siglo XVI, Shakespeare lo alabó como un excelente remedio contra las palpitaciones.




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