Cucurbita maxima
Cucurbita maxima
La calabaza, también conocida como calabaza amarilla o dulce (Cucurbita maxima Duchesne, 1786) es una especie herbácea anual que pertenece a la familia de las cucurbitáceas.
Sistemática –
Desde el punto de vista sistemático, pertenece al dominio Eukaryota, el Reino Plantae, la División Magnoliophyta, la Clase Magnoliopsida, la Orden de las Violales, la Familia de las Cucurbitáceas, la Subfamilia Cucurbitoideae y, por lo tanto, al Género Cucurbita y a la Especie C. maxima.
Etimología –
El término genérico Cucurbita proviene del nombre latino de la calabaza y, a su vez, del sánscrito aparece una curva, una rotonda. Los epítetos máximos específicos se derivan del superlativo de magnus, large: maximum, el más grande, para el tamaño de la fruta en comparación con los de los congéneres.
Distribución geográfica y hábitat –
La Cucurbita maxima es una planta originaria de los países cálidos y, por lo tanto, exigente en términos de temperatura. Hay varias especies cultivadas. Se distinguen por algunas características botánicas, que incluyen la forma y el grosor de la fruta y la semilla.
Descripción –
La calabaza amarilla o dulce se caracteriza por las siguientes características botánicas: tiene un tallo trepador, hojas en forma de corazón y lóbulos; Las flores son amarillas grandes con 5 pétalos; Los frutos son generalmente grandes y redondos, con una superficie lisa o rugosa, con colores que varían de gris a amarillo o naranja; La pulpa del fruto es amarilla o naranja.
Cultivo –
Cucurbita maxima es una planta cultivada típicamente en campo abierto. La siembra se lleva a cabo entre abril y mayo, con trabajos y técnicas agronómicas que incluyen: desyerbado, poda y riego en verano. La cosecha se realiza en otoño y las calabazas se conservan durante mucho tiempo durante el invierno. Para la técnica de cultivo, se puede consultar la siguiente hoja.
Usos y tradiciones –
Los orígenes del cultivo de la calabaza se pierden en la niebla del tiempo y, por lo tanto, son muy lejanos e inciertos; quien cree, por ejemplo, que el género «lagenaria» (forma cilíndrica de hasta dos metros de largo), es el primero que llegó a Europa desde la India. Quizás fueron los etruscos quienes los cultivaron, o incluso antes, los navegantes fenicios cuando desembarcaron en las desembocaduras de los ríos itálicos. Tanto Discoride como Plinio llamaron a la calabaza «la frialdad de la vida humana, el bálsamo de los problemas». El poeta Marcial (40 -104 dC) nos deja un divertido epigrama sobre un anfitrión que solo usaba calabazas para procesar todo tipo de alimentos:
«… Las calabazas de Cecilio
Cortar en mil piezas.
Los comes en el aperitivo.
dáselo en la sopa
los necesitas para comer
las pone en el contorno «.
Las calabazas turcas (género «cucurbita», la mejor y más extendida), en cambio, se introdujeron en Europa en el siglo XVI. Con el descubrimiento de América. En la tradición campesina era costumbre tener una calabaza en casa como adorno, como signo de felicidad y abundancia. Incluso hoy en día esta planta se cultiva por sus frutos, con características muy diferentes dependiendo de la especie. La pulpa, compacta y azucarada tiene propiedades laxantes, diuréticas y refrescantes, y se utiliza en la cocina como plato, como ingrediente en sopas, risottos, platos y mermeladas, o como relleno de pastas.
Las variedades italianas de calabaza más comunes son: Marina di Chioggia, con pulpa de naranja; Gris de Bolonia, utilizado para mermeladas; Mammouth, con carne amarilla.
A pesar de su sabor azucarado, no tiene un alto contenido calórico; Es rico en vitaminas y antioxidantes. Su pulpa amarillo-naranja, firme pero tierna, posee excelentes cualidades culinarias.
Modo de preparación –
La calabaza es una verdura que se presta a muchas recetas, desde aperitivos hasta postres, savories o postres.
En la cocina, las variedades Mantovana y Marina di Chioggia son preferidas por su excelente calidad, finas y adecuadas para rellenos y risotto, la Piacenza, compacta y sabrosa, y la excelente Butternut Rugosa con un sabor ligeramente chiflado. Al comprar, asegúrese de que la calabaza esté completamente madura, en condiciones óptimas de uso.
La calabaza puede cocinarse en el horno o tamizarse para hacer una salsa para condimentar un muy buen primer plato, como el risotto de calabaza con salsa dulce de gorgonzola. Puede cocinar trozos al vapor, listos como base para la masa de sus ñoquis de calabaza. Cortar en cubos, dorar en una sartén para terminar unas vieiras de cerdo con peras y calabaza.
La calabaza entera se conserva hasta 2-3 meses. Si se corta en pedazos, se conserva en el refrigerador y se debe consumir dentro de 2 a 3 días. Si desea abastecerse antes del final de la temporada de la calabaza, para conservarla durante mucho tiempo, puede cocinar la pulpa (horneada, calentada al vapor o al vapor), frullala y congelarla en bandejas.
Entre las muchas formas de preparar la calabaza y conservarla, recordemos la zuccata.
La zuccata o cucuzzata, es un ingrediente típico de la pastelería siciliana. Se derivó de un tipo particular de calabaza en forma de trompeta, la «virmiciddara», y fue famoso el preparado por las monjas de la Badia del Cancelliere de Palermo. En nuestros días se obtiene de la calabaza amarilla y la cáscara de las sandías. El método original para obtener la vacuna requería más de una semana.
Guido Bissanti
Fuentes
– Acta Plantarum – Flora de las regiones italianas.
– Wikipedia, la enciclopedia libre.
– Treben M., 2000. Health from the Pharmacy of the Lord, Consejo y experiencia con hierbas medicinales, Ennsthaler Publisher
– Pignatti S., 1982. Flora de Italia, Edagricole, Bolonia.
– Conti F., Abbate G., Alessandrini A., Blasi C. (editado por), 2005. Una lista de verificación anotada de la flora vascular italiana, Palombi Editore.
Advertencia: las aplicaciones farmacéuticas y los usos alimenticios están indicados solo con fines informativos y no representan en modo alguno una receta médica; Por lo tanto, no hay responsabilidad por su uso con fines curativos, estéticos o alimentarios.