Cómo hacer crecer las Zinnias
Cómo hacer crecer las Zinnias
En esta hoja de práctica veremos los elementos esenciales de cómo cultivar las zinnias. Zinnia (Zinnia L., 1759) es un género de plantas perteneciente a la familia Asteraceae, originarias del continente americano y en particular de México. Este género incluye especies herbáceas anuales o perennes, de 50 a 100 cm de altura, con numerosos híbridos hortícolas que varían de formas enanas a gigantes. Es una planta muy cultivada en Italia tanto en parques, jardines o en el hogar. Las zinnias tienen un hábito espeso, con tallos erectos y muy ramificados con una altura que puede ir en promedio de 30 a 120 cm, dependiendo de la variedad; las flores se recogen en cabezas de flores que pueden ser simples o dobles y similares a las margaritas y con colores variados.
Para el cultivo, las zinnias necesitan una exposición a pleno sol incluso si se adaptan también a la sombra parcial; el entorno ideal es, sin embargo, en un área brillante, no sujeta a vientos fríos y cambios de temperatura. Sugerimos hacer crecer el zinnia a temperaturas mínimas de 8-10 ° C. Las zinnias son plantas que son fáciles de adaptar a muchos tipos de sustratos y suelos; sin embargo, el mejor crecimiento es sobre un suelo blando, rico en sustancias orgánicas y bien drenado; para el cultivo en maceta en cambio es bueno mezclar a la tierra de la turba con la adición de un 20-30% de arena o grava, y de perlita (o grava gruesa) en la base del florero que favorecerá el drenaje del agua.
La reproducción de las zinnias ocurre por semilla con siembra desde el mes de febrero hasta marzo, en semilleros en un contenedor con tierra y arena. Si está en un clima frío, debe cubrirse con una lámina de plástico y colocarse en un lugar protegido (a 16-18 ° C); después de algunas semanas, las semillas brotarán y la lámina de plástico se podrá eliminar. El zinnia se planta en abril-mayo en agujeros de dos veces la profundidad de las raíces (para evitar dañar las raíces, se recomienda antes de la recolección humedecer mucho el sustrato). También el trasplante se realiza en primavera en un florero un poco más grande que el anterior, para favorecer un correcto desarrollo de las raíces y un buen equilibrio con la parte epigea de la planta.
Las zinnias son plantas que no requieren riego frecuente. El consejo es regar cuando notes que la parte de la superficie del sustrato se ha secado. Para la fertilización, la mejor técnica es siempre la de la preparación y la mezcla preventiva del sustrato con compost o humus de lombriz. Una vez al mes, las sustancias orgánicas pueden agregarse periódicamente para integrarse con azadas ligeras al sustrato. No use fertilizantes químicos que tienden a desequilibrar (especialmente el nitrógeno) la biocenosis de los insectos y la microflora del suelo. Las zinnias no necesitan una poda excesiva, sino una limpieza cuidadosa de las partes de hojas, tallos y flores secas. Para estimular la producción de nuevos chorros laterales y flores nuevas, es aconsejable realizar el recubrimiento, preferiblemente en el nivel de la cuarta hoja. Tenga cuidado de usar siempre tijeras bien afiladas e incluso desinfecte con una solución de bicarbonato de sodio (especialmente para evitar la propagación del oídio, que es una de las mayores adversidades).
La floración del zinnia generalmente va de junio a octubre; en los macizos de flores puedes formar bordes de gran efecto. Puede elegir el borde colorido o los bordes temáticos con colores alternados de diferentes colores.
Entre las adversidades, además del oídio (que puede combatirse con una solución de bicarbonato sódico o mejor que el potasio) recordamos la cochinilla farinosa, para este insecto se puede intervenir con soluciones a base de jabón de Marsella.