Aceite esencial de lavanda – propiedades y usos
Aceite esencial de lavanda – propiedades y usos
El aceite de lavanda puede provenir de las diferentes variedades de lavanda, aunque generalmente se extrae de Lavanda vera (Lavandula officinalis). Otra variedad utilizada puede ser la Lavandula latifolia. Entre los dos aceites esenciales hay diferencias en algunos componentes.
Por cada buena manera los principal de aceite de lavanda ingredientes activos son: linalol y acetato de linalilo, que dan la fragancia típica, alcanfor, que tiene un fuerte poder analgésico, cineol, de propiedades antisépticas y también: borneol, flavonoides, ácido rosmarínico y limoneno, por solo mencionar el más importante.
El aceite esencial de lavanda es uno de los aceites esenciales más extendidos y delicados; en cualquier caso, cualquier aceite esencial, antes de su uso, debe diluirse en un aceite (recomendamos aceite de oliva virgen extra o, en su defecto, aceite de almendras dulces). La dilución es necesaria porque los aceites esenciales son muy concentrados y ricos en ingredientes activos que, como lo son, pueden causar efectos secundarios.
Se considera que el aceite esencial de lavanda tiene un efecto relajante en los músculos, relajando, facilitando el sueño y posee propiedades antibacterianas y acciones que promueven la digestión. Siempre entre los efectos de sus propiedades recordamos aquellos contra los resfriados y algunos dolores de cabeza.
Entre sus aplicaciones, se utiliza como herida curativa para llagas, quemaduras y para acelerar el proceso de curación de las picaduras de insectos. En cosmética natural, el aceite esencial de Lavanda es particularmente apreciado por su efecto purificante sobre la piel; además, actúa eficazmente contra el acné y la dermatosis. El uso en la piel debe, por supuesto, diluirse siempre en otro aceite de transporte.