Fruto climatérico
Fruto climatérico
El término fruto climatérico significa aquella fruta que madura rápidamente y puede continuar el proceso de maduración incluso después de la abscisión (como en el caso de la manzana, la pera, el tomate, etc.).
Los frutos climatéricos se oponen a los frutos no climatéricos (o aclimatéricos) que tienen tiempos de maduración más largos e interrumpen la maduración después de la cosecha (como limones, uvas, fresas).
El mecanismo de maduración de la fruta está relacionado con la presencia de etileno.
El etileno es la hormona vegetal que produce la planta durante la fase de maduración.
Cuando el fruto se desprende se baja el contenido de etileno y por tanto también la respiración (mínimo climatérico), posteriormente el fruto es capaz de sintetizar nuevo etileno que favorece una reanudación muy intensa de la respiración (pico climatérico), con el fin de hidrolizar el almidón acumulado durante el fase de crecimiento y convertirlo en azúcares solubles (mono y disacáridos como glucosa, fructosa, sacarosa).
Es durante este proceso que el etileno también activa todos los demás mecanismos bioquímicos de maduración.
Entre los frutos climatéricos se mencionan:
– plátanos, melocotones, manzanas, peras, membrillos, kiwis, peras, membrillos, nashi, kaki, melones, higos, sandías, albaricoques, aguacates, mangos, ciruelas, papayas, etc.
Los frutos no climatéricos no acumulan almidón en sus tejidos y no maduran si se desprenden de la planta. A este grupo pertenecen varias hortalizas con alta actividad respiratoria como las judías verdes, guisantes, espárragos, maíz dulce. Los frutos no climatéricos no tienen un pico climatérico y la respiración tiende a reducirse gradualmente a lo largo de la fase de crecimiento hasta que se detiene por completo cuando se completa la maduración.