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Cómo intercalar nabos

Cómo intercalar nabos

El nabo (Brassica rapa L.) es una planta de la familia Brassicaceae muy cultivada como hortaliza, de la que, según las variedades botánicas, se consumen las hojas, la raíz (nabo), las sumidades floridas y la semilla oleaginosa.
Se trata de una especie de ciclo anual o bienal, de la que la raíz carnosa, como se ha dicho, recibe el nombre de nabo.
Se trata de una raíz redondeada, a veces bastante achaparrada, recubierta de una piel blanca/rosa, blanca/morada o amarilla según la variedad. El interior está formado por una pasta blanca o amarillenta, según la variedad, de sabor ligeramente dulce.
El nabo se come generalmente cocido con mantequilla o aceite de oliva y sal o, más raramente, crudo o rallado. Entra en la composición de la giardiniera y es el componente principal de un plato típico friulano, la brovada.
Es una planta cultivada en diversas zonas y con un notable número de variedades.
El nabo se beneficia del cultivo intercalado con otras plantas; entre estos recordamos: ajo, eneldo, remolacha, borraja, pepino, cebolla, hierbas aromáticas, judía, fresa, lechuga, guisante, rábano, apio, espinacas y calabacín.
Sin embargo, deben evitarse asociaciones con: col, maíz, patata, puerro.
El nabo, por tanto, es una planta que se beneficia del intercultivo con otras especies vegetales para mejorar el crecimiento, la salud y el rendimiento. A continuación se muestran algunas plantas que se pueden combinar eficazmente con los nabos:
Legumbres (frijoles, guisantes): Las legumbres fijan nitrógeno en el suelo, mejorando la fertilidad del suelo y favoreciendo el crecimiento de los nabos.
Lechuga: La lechuga se puede plantar entre nabos, lo que ayuda a dar sombra al suelo y reduce el crecimiento de malezas.
Espinacas: Las espinacas se pueden plantar junto con los nabos, ya que crecen rápidamente y pueden ayudar a proteger los nabos del daño causado por el viento y el sol excesivo.
Apio: El apio puede ayudar a mantener alejados algunos parásitos gracias a su intenso aroma.
Hierbas (eneldo, manzanilla, cilantro, menta): algunas hierbas pueden ayudar a repeler plagas y mejorar el sabor de los nabos.
Rábanos (Raphanus sativus): Los rábanos crecen rápidamente y se pueden cosechar antes de que los nabos necesiten más espacio, proporcionando así una buena cobertura del suelo en las primeras etapas de crecimiento.
Cebollas y ajos: estas plantas ayudan a repeler las plagas comunes del nabo, como la mosca de la raíz.
Las especies que se deben evitar incluyen que las papas pueden competir con los nabos por los nutrientes y el agua y también pueden aumentar el riesgo de enfermedades comunes como el mildiú. En cambio, las coles y otras Brassicaceae pueden contribuir a aumentar el riesgo de enfermedades y parásitos específicos.
El cultivo intercalado de plantas estratégicamente puede conducir a un jardín más saludable y productivo, al tiempo que reduce la necesidad de intervenciones químicas.




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