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Urano

Urano

Urano es el séptimo planeta del sistema solar desde el Sol.
Su diámetro lo sitúa en tercer lugar entre los más grandes del sistema solar.
Aunque también es visible a simple vista, como los otros cinco planetas conocidos desde la antigüedad, hasta el siglo XVIII no fue reconocido como tal y considerado una estrella debido a su baja luminosidad y su órbita particularmente lenta y fue identificado como algo diferente. de una estrella recién el 13 de marzo de 1781 por William Herschel.

Observación astronómica –
La observación astronómica de Urano puede ser una actividad fascinante para los entusiastas de la astronomía.
En primer lugar, es importante saber dónde buscar. Urano es un planeta fuera de nuestro sistema solar, por lo que puede que no sea tan visible a simple vista como Venus o Marte. Puede utilizar software de astronomía, aplicaciones para teléfonos inteligentes o sitios web para determinar su posición actual en el cielo nocturno.
Urano aparece como un pequeño disco en los telescopios, ya que está muy lejos de la Tierra. Se recomienda un telescopio de buena calidad con una apertura adecuada para obtener una visión más clara. Los accesorios como un buscador y un ocular de alta calidad pueden resultar útiles.
Intenta observar Urano desde lugares con poca contaminación lumínica. La contaminación lumínica de las ciudades puede dificultar la visión de objetos celestes débiles como Urano.
Las condiciones climáticas son críticas para una observación astronómica exitosa. Una noche clara y sin nubes ofrece las mejores condiciones para observar los planetas.
Tus ojos necesitan tiempo para adaptarse a la oscuridad. Evite las luces brillantes y utilice luces rojas cuando sea necesario. Esto le permitirá mantener una mejor vista del cielo nocturno.
Utilice software de astronomía para conocer la ubicación exacta de Urano en el cielo nocturno. Algunos programas te permiten ingresar tu ubicación y obtener información en tiempo real.
Toma notas o bocetos de lo que ves a través del telescopio. También puedes utilizar una cámara adaptada a un telescopio para capturar imágenes de Urano.
Compruebe si hay eventos u observaciones públicas organizados por clubes de astronomía locales u observatorios astronómicos. Estos eventos ofrecen la oportunidad de utilizar telescopios más potentes y aprender de las experiencias de otros entusiastas de la astronomía.
Recuerda que la visibilidad de Urano dependerá de su posición relativa al Sol y la Tierra. Por lo tanto, consulte mapas celestes actualizados periódicamente para planificar sus observaciones.

Características físicas –
Urano es un gigante gaseoso similar a Neptuno.
Urano tiene un diámetro de aproximadamente 51.118 kilómetros, lo que lo convierte en el tercer planeta más grande del sistema solar después de Júpiter y Saturno.
Su masa es aproximadamente 14,5 veces la de la Tierra.
La atmósfera de Urano está compuesta principalmente de hidrógeno (alrededor del 83%) y helio (alrededor del 15%). También hay trazas de metano, agua, amoníaco y otros compuestos.
Urano aparece de un color azul verdoso debido a la presencia de metano en su atmósfera. Esta característica distingue a Urano de otros gigantes gaseosos, que tienden a tener colores más dominantes, como el rojo y el marrón.
Urano tiene un sistema de anillos, aunque menos espectaculares que los de Saturno. Los anillos de Urano son oscuros y están compuestos principalmente de partículas de polvo y hielo.
Una característica única de Urano es la extrema inclinación de su eje de rotación. Mientras que la mayoría de los planetas giran con su eje inclinado con respecto al plano orbital, Urano está inclinado casi hacia los lados. Esto significa que, durante parte del año, uno de los polos de Urano mira directamente hacia el Sol, mientras que durante la otra mitad del año, el otro polo está expuesto a la luz solar.
Urano tiene una magnetosfera, pero es significativamente diferente de las de Júpiter y Saturno. Su inclinación extrema contribuye a un campo magnético inclinado y su magnetosfera es excéntrica y débil en comparación con otros gigantes gaseosos.
Urano tiene al menos 27 satélites naturales confirmados, los más grandes son Miranda, Ariel, Umbriel, Titania y Oberón.

Misiones espaciales –
La exploración de Urano se llevó a cabo únicamente con la sonda Voyager 2 y actualmente no están previstas más misiones de exploración in situ.
La sonda Voyager 2 alcanzó su máxima aproximación al planeta el 24 de enero de 1986, a una distancia de aproximadamente 81.500 km. Las observaciones duraron sólo seis horas, pero permitieron a los astrónomos aprender más sobre Urano de lo que habían aprendido en más de 200 años de observaciones desde la Tierra.
Sin embargo, los primeros análisis realizados sobre los datos fueron una gran decepción: no se encontró la presencia de bandas o nubes paralelas, al contrario de lo que se había observado desde la Tierra. La atmósfera azul verdosa era uniforme y carecía por completo de detalles. Sólo gracias al procesamiento de imágenes aparecieron tanto las nubes como las demás formaciones.
La sonda descubrió nuevas lunas, envió las primeras imágenes de los anillos a la Tierra y también descubrió actividad geológica en las lunas más grandes: depósitos oscuros en el fondo de los cráteres helados indicaban la presencia de agua sucia debido a la actividad volcánica.
Para superar la falta de información directa, se estudian las variaciones de la atmósfera del planeta mediante campañas de observación telescópica, en particular utilizando la cámara planetaria de campo amplio a bordo del telescopio espacial Hubble.
La exploración de Urano, así como la de Neptuno, se ve dificultada por las grandes distancias que separan el planeta de la Tierra y del Sol. Cada misión debe estar equipada con un sistema de energía capaz de proporcionar energía a la sonda sin posibilidad de Conversión de energía solar mediante el uso de paneles fotovoltaicos. Actualmente, la única fuente viable de energía es un generador termoeléctrico de radioisótopos.
Tras la misión Voyager, las principales agencias espaciales limitaron durante décadas la exploración del sistema solar exterior a la exploración de los sistemas de Júpiter y Saturno, mientras que el estudio de Urano y Neptuno no se consideró una prioridad.
El interés por Urano comenzó a madurar en 2013, cuando la NASEM en el Planetary Science Decadal Survey incluyó una misión como tercera prioridad, saltando luego al primer lugar en el Survey 2022. La misión en estudio es Uranus Orbiter and Probe y el perfil analizado ve la salida en 2031 con un viaje de 14 años; La misión implica un orbitador con una sonda atmosférica que se desprende y cae sobre Urano para analizar sus distintas capas.




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