Valor nutricional del nabo
Valor nutricional del nabo
El nabo (Brassica rapa L.) es la raíz carnosa, es decir, la raíz primaria, de la planta Brassica rapa, que se cultiva con fines alimentarios.
Características –
El nabo es un árbol crucífero de ciclo bienal (anual en cultivo). En el primer año forma una raíz carnosa de 5-10 cm de diámetro, de varias formas y tamaños (globosas, globoso-aplanadas, alargadas); el color de la raíz es blanco – amarillo, con tonos rojo violeta o verde; la pulpa es blanca y crujiente.
Las hojas basales tienen un pecíolo alargado con un colgajo entero, lobulado o lirado. En el segundo año emite un tallo floral, ramificado de unos 80 cm de altura con hojas lanceoladas. Las flores son amarillas, hermafroditas y reunidas en racimos en forma de paraguas; tienen 4 pétalos, 6 estambres, un ovario superior bilocular que da lugar a una siliqua cilíndrica, que contiene 15-20 semillas esféricas de color marrón.
Ficha nutricional –
Los nabos contienen, en promedio: Agua (94%), pocas proteínas (1%) y azúcares (4%), por lo que son bajos en calorías;
es una planta con un buen aporte de vitamina C, además de ácido fólico y carotenoides, que luego se transforman en vitamina A.
Existen numerosas sales minerales como calcio, fósforo, potasio, magnesio, azufre, yodo (el hierro y el cobre están presentes mayoritariamente en los grelos).
Además de un buen aporte de fibras útiles, los nabos también contienen compuestos de azufre y nitrógeno (tiocianatos e isotiocianatos, indoles, etc.) que estimulan los mecanismos antioxidantes y desintoxicantes del organismo.
En general, el valor nutritivo del nabo es bastante pobre: alrededor del 4% de los carbohidratos, el 74-81% está compuesto por agua y algunas sales minerales (230 mg de potasio, 30 mg de fósforo, 40 mg de calcio y casi la misma cantidad de sodio). El aporte vitamínico es pobre salvo, como se ha dicho, la vitamina C, de la que hay más de 20 mg por cada 100 g de parte comestible.
Propiedad –
El consumo de nabo está especialmente indicado en los siguientes casos:
– Cansancio general, por la riqueza en vitaminas y sales minerales;
– Cistitis, cálculos renales, por su acción diurética y antiinflamatoria;
– Estreñimiento, por la presencia de fibras que, además de regular la evacuación, ayudan a eliminar las sustancias cancerígenas presentes en el intestino;
– Eczema y acné, por la acción depurativa;
– Bronquitis, resfriados, tos y faringitis, porque las sustancias azufradas diluyen las secreciones bronquiales, favoreciendo su eliminación.
Entre las contraindicaciones conviene recordar que algunas sustancias azufradas, como los isoticidas y las bocitrinas, presentes en el nabo, pueden reducir la utilización de yodo por parte de la glándula tiroides, interfiriendo en la acción de las hormonas tiroideas, especialmente cuando se introduce poco en el organismo. .cantidad de yodo. Por lo tanto el consumo de estos vegetales no es recomendable para personas que tengan enfermedades o alteraciones en la función tiroidea.
El nabo se consume generalmente después de la cocción cocido con mantequilla o aceite de oliva y sal o más raramente crudo, incluso rallado.