Cómo se propaga el cilantro
Cómo se propaga el cilantro
El cilantro (Coriandrum sativum, L. 1753), también conocido con el nombre de perejil chino, es una planta herbácea anual de la familia Apiaceae. Esta planta es originaria de las regiones mediterráneas del suroeste. En Italia se cultiva y rara vez se naturaliza.
Para la propagación del cilantro se puede partir de semillas compradas en comercios especializados o en línea o, de la recolección y almacenamiento de las umbelas, que deben cortarse junto con su tallo.
Por lo general, la colección de paraguas se utiliza para preservar el producto, tratando de mantener su aroma lo máximo posible. En este caso, la recolección debe realizarse a primera hora de la mañana cuando el cilantro aún está húmedo por el rocío. Ya sea para su consumo o para la conservación de las semillas, las umbelas deben secarse inmediatamente, de lo contrario con el tiempo, además de perder muchas propiedades para el consumo, también pierden el poder de germinación.
Los paraguas normalmente se juntan en racimos y se cuelgan en lugares sombreados, cuando están bien secos se baten dentro de una bolsa para separar los frutos de los pedúnculos que los sostienen.
Las semillas almacenadas están entonces listas para la fase de siembra.
Propagación por semilla –
Antes de pasar a la descripción de la fase de siembra, recuerde que el cilantro prefiere todos aquellos suelos particularmente sueltos, de textura media, excelente nivel de drenaje y calcáreos, aunque puede vegetar muy bien incluso en suelos arcillosos y subácidos; por otro lado, no tolera suelos húmedos y compactos, dado que están particularmente sujetos al estancamiento hídrico, que puede ser la causa de la muerte de esta planta.
Además, antes de pasar a la siembra, es necesario proceder con diversas operaciones de refinación del suelo.
La siembra debe realizarse en la parte inicial de la temporada de primavera, especialmente durante el mes de abril, con la semilla que debe colocarse directamente en el suelo a una profundidad de unos 3-4 centímetros.
Al sembrar, si es posible, es necesario operar en filas manteniendo una distancia entre las distintas filas de al menos treinta centímetros, mientras que en la fila de 3-4 cm. La densidad de siembra es, por tanto, superior a 100 plantas por metro cuadrado. Si no puedes sembrar en hileras, tendrás que adelgazar más tarde teniendo en cuenta la densidad óptima.
Para conocer los detalles de la técnica de cultivo, consulte la siguiente hoja.