Cuándo podar el granado
Cuándo podar el granado
La granada (Punica granatum L.) es una planta de hoja caduca de la familia Punicaceae, originaria de una región geográfica que va desde Irán hasta la zona del Himalaya del norte de la India, y presente desde la antigüedad en el Cáucaso y en todo el maquis mediterráneo. La fruta se llama granada y se cultiva desde hace muchos milenios.
Esta planta se encuentra en los últimos tiempos con una difusión considerable tanto para consumo directo como, sobre todo, para la producción de zumo de granada.
Periodo de poda –
La granada es una planta que hay que podar con cuidado y atención, tratando de eliminar un número adecuado de ramas inútiles y dañadas.
Es una planta, sin embargo, que no requiere una poda excesiva sino intervenciones anuales regulares.
Generalmente, el momento adecuado para podar la granada es el de otoño, que va de octubre a noviembre, es decir inmediatamente después de la cosecha de la fruta y antes de que la planta entre en reposo vegetativo.
En cualquier caso, la poda de la granada también se puede hacer entre febrero y marzo, por lo tanto al final del descanso vegetativo. Las granadas jóvenes también se pueden podar al comienzo de la temporada de primavera, para fortalecer su crecimiento. En la naturaleza también hay una variedad enana de granada, o el bonsái. Esta planta debe podarse sólo antes del reinicio vegetativo, eliminando las ramas más grandes e improductivas que desfiguran el follaje y dejando las más cortas y erizadas.
Una operación de poda particular es la que se realiza después de la floración y que se realiza con el pellizco de los brotes. Esta técnica mejora la fructificación de la granada bonsái.
Para los detalles de la técnica de poda, consulte la siguiente hoja.
Cultivar –
La granada es una planta con una alta variabilidad genética para la mayoría de los caracteres, aunque las diferencias entre ciertos cultivares pueden ser pequeñas.
La granada se puede clasificar según la acidez de su fruto: ácida, agridulce o dulce. Algunos cultivares producen semillas duras, de manera que los frutos no son comestibles y solo algunas variedades se clasifican como semillas blandas y por lo tanto son de interés comercial.
En Italia se conocen los cultivares: Dente di Cavallo, Neirana, Profeta Partanna, Selinunte, Ragana y Racalmuto, todos agridulces o dulces, aptos para consumo fresco.
En los últimos tiempos, dado el gran interés por estos cultivos, algunos cultivares en particular se están consolidando; entre estas recordamos, además de la Wonderful más conocida (de origen americano) que tiene excelentes características organolépticas y maduración en los primeros diez días de octubre, las variedades Maxima Rubra, Lallegrei, Nana, Mollar del Elchè, Viola y Ako.