Brucina
Brucina
La brucina o 2,3-dimetoxistrychnine es un alcaloide muy similar a la estricnina, con una fórmula bruta o molecular: C23H26N2O4.
Desde un punto de vista físico, la brucina aparece como un sólido blanco inodoro a temperatura ambiente. Es una sustancia que contiene un sistema de siete anillos condensados, dos de los cuales forman el sistema indol. Viene en forma de cristales blancos, poco solubles en agua, pero solubles en solventes orgánicos como éter etílico, cloroformo, etanol y metanol.
La brucina se sintetiza en la naturaleza y está presente en algunas plantas como: Strychnos ignatii P. J. Bergius o en Strychnos nux-vomica Linnaeus, 1753, de donde se puede extraer.
La brucina es un compuesto muy tóxico, peligroso para el medio ambiente y fue identificado por primera vez en 1819 por Pelletier y Caventou en la corteza de Strychnos nux-vomica. Aunque su estructura se determinó mucho más tarde, su similitud con la estricnina se adivinó en 1884 cuando el químico Hanssen convirtió estas dos sustancias en la misma molécula.
Se cree que la brucina es un alcaloide de sabor más amargo pero fisiológicamente mucho menos activo que la estricnina, mientras que es una neurotoxina que actúa como un antagonista del receptor de glicina.
La brucina tiene átomos de carbono quirales y se usa típicamente para la resolución de mezclas racémicas.
Uno de los métodos utilizados para separar los componentes de una mezcla racémica, de hecho, implica un proceso químico en el que el racimo reacciona con una especie molecular asimétrica. De esta manera se obtienen dos diastereómeros que generalmente tienen propiedades diferentes y, por lo tanto, son separables por medios físicos.
La brucina tiene propiedades básicas con una constante de disociación Kb igual a 1,9 • 10-6.
La brucina se utiliza como agente desnaturalizante del etanol y, junto con otros alcaloides, como veneno para ratas.
Su peligro por inhalación o ingestión provoca intoxicación e irritación mecánica. La sustancia puede afectar al sistema nervioso y a los ojos, dando lugar a convulsiones y parálisis respiratoria. La exposición puede provocar la muerte. También se dice que la sustancia es cardiotóxica y no libera metabolitos en el cuerpo.
Advertencia: La información que se muestra no es un consejo médico y puede no ser precisa. Los contenidos son solo para fines ilustrativos y no reemplazan el consejo médico.