Parénquima
Parénquima
Con el término parénquima, en botánica, nos referimos al tejido vegetal formado por células que realizan funciones vitales. Además, las células del parénquima pueden contener sales de ácidos orgánicos (oxalato de calcio), taninos, etc. en la vacuola.
El término parénquima proviene del griego παρά, parà, «más allá», ἔγχυμα, ènchuma, «abundancia de humor».
En organismos vegetales el término parénquima, o tejido parenquimático, indica una serie de tejidos de relleno, muy activos desde el punto de vista metabólico, con grandes espacios intercelulares.
Los tejidos parenquimáticos siempre están formados por células vivas con paredes permeables y citoplasma organizado de diferentes formas en relación con las funciones que realizan las células: en muchos casos (por ejemplo, en el parénquima fundamental, clorofila, reserva de agua) existe una vacuola central que presiona el citoplasma y el núcleo contra la pared celular, en otros casos, especialmente en algún parénquima con función de reserva, las sustancias acumuladas son tan abundantes que llenan completamente la célula; en este caso la vacuola está casi completamente ausente.
Según el papel que desempeñen los principales tipos de parénquima, se distinguen los siguientes:
1. Parénquima fundamental: está formado por células con forma poliédrica y pared delgada. El volumen celular está ocupado en su mayor parte por una gran vacuola y el citoplasma se reduce a una capa delgada contra la pared celular. Se encuentra en diferentes partes de la planta, p. Ej. en la corteza primaria del tallo y raíces.
2. Reserva de parénquima: puede acumular diferentes tipos de sustancias en el citoplasma: azúcares y proteínas en vacuolas, almidón en plástidos, aceites, etc. Rara vez, las sustancias de reserva se depositan fuera de la membrana plasmática: este es el caso de las hemicelulosas en el endospermo de algunas semillas (por ejemplo, palmera datilera y café) que forman una capa dentro de la pared celular.
3. Parénquima fotosintético (clorenquima): está formado por células ricas en cloroplastos, orgánulos que contienen diferentes tipos de pigmentos, entre ellos la clorofila, que es muy importante y de color verde. En ellos tiene lugar la fotosíntesis, proceso en el que la luz aporta la energía necesaria para transformar las moléculas de dióxido de carbono en azúcares. El parénquima fotosintético se encuentra en todas las partes verdes de la planta pero está particularmente especializado en la hoja.
4. Parénquima aerífero (aerenquima): está muy extendido en raíces y plantas acuáticas, entre las células existen grandes espacios intercelulares que permiten la circulación de gases.