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Cómo se prepara un corte de pera

Cómo se prepara un corte de pera

La pera común (Pyrus communis L.) es una especie nativa de las zonas centrales y orientales de Europa, y de las zonas del sudoeste de Asia.
Es un árbol caducifolio perteneciente a la familia de las rosáceas que puede alcanzar una altura de 20 metros.
Para la propagación de la pera cortando, debe recordarse que esta planta normalmente se cultiva en portainjertos, de acuerdo con las más variadas necesidades climáticas o del suelo.
Además, la pera incluye muchos cultivares entre los cuales recordamos:
– Etrusca, Coscia, Santa María, William, Highland, Conferencia, Abate fetel, Harrow dulce, resistente al fuego bacteriano, Decano de la reunión, Kaiser y Passacrassana. Entre los mencionados anteriormente están los más utilizados a los que se agregan también los primeros Morettini Butirra, los William Rossa, bastante comunes.
En cuanto a los portainjertos, se distinguen los francos, como Franco Franc, Fox y Farrold, resistentes al OHF, y las selecciones de membrillo, como Ba29, EMC, EMA, Sydo y Adams; los últimos son poco adecuados para la sequía y los suelos calizos, excepto el primero.
Volviendo a la propagación del peral, esto se puede hacer mediante semillas, corte, estratificación de aire, ramificación y micropropagación.
Sin embargo, la propagación de la pera por esquejes se puede llevar a cabo cuando se desea preservar ciertas variedades y cultivares, que luego se cree que pueden cultivarse en corrales o portainjertos.
Sin embargo, el corte debe tomarse de partes de ramas leñosas que tienen brotes, dejando al menos un folíolo en la posición apical y, si es posible, uno en la posición basal.

El corte debe tener una longitud máxima de 15-18 cm, que debe tomarse con cortes limpios y con herramientas perfectamente esterilizadas.
Estos esquejes deben colocarse sobre sustratos obtenidos mezclando 4 partes de arena (posiblemente silícea) con tierra orgánica. En la base de los jarrones (o los pallets) se deben colocar algunos centímetros de material muy drenante, como escombros de 1 cm o arcilla expandida.
Antes de colocar los esquejes en el sustrato, deben sumergirse en hormonas de enraizamiento, también obtenidas a mano.
Para el peral, el calentamiento basal del sustrato, de unos pocos grados, es muy útil, lo que permite mejorar en gran medida el éxito de un mejor enraizamiento.
Para facilitar la fase difícil del enraizamiento, vinculada a una descompensación entre la transpiración y la dificultad del ascenso de la linfa procesada, se debe recurrir a entornos nebulizados (excelentes en el invernadero) o a frecuentes nebulizaciones en el corte obtenido.
Durante los primeros 45 días, estos también deben mantenerse si no hay un invernadero sombreado en lugares debajo de las plantas que permitan una sombra casi total.
Los primeros signos de que el corte está echando raíces se manifiestan por la hinchazón de los brotes, su enverdecimiento y, posteriormente, por la emisión de los primeros folíolos.
Una vez enraizadas, estas plántulas deben permanecer en sus contenedores durante al menos un año antes de ser trasplantadas.




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