Ecotipo
Ecotipo
El término ecotipo proviene de la unión de las dos palabras eco (logia) y tipo y en biología, nos referimos al nombre dado a las variedades de una especie que, a pesar de tener la misma distribución geográfica, se han adaptado a su propio entorno particular (para por ejemplo, las dos razas del piojo, la de la cabeza y la de la ropa).
El término ecotipo fue acuñado en 1922 por el botánico sueco Göte Turesson.
Sin embargo, un ecotipo, como tal, no tiene posición taxonómica.
Por lo tanto, un ecotipo es una población distinta de un organismo que está estrechamente relacionado en sus características con el entorno ecológico en el que vive.
El ecotipo es una población genéticamente homogénea, generada u obtenida mediante selección masiva en un contexto territorial limitado (distrito, región).
Por lo tanto, los ecotipos están asociados con el territorio y son la expresión de la interacción entre el germoplasma de una especie con las condiciones ambientales específicas de una región y con la influencia del hombre.
Aunque no tienen una identidad sistemática definida, los ecotipos pueden tener una considerable importancia agronómica y económica, ya que se utilizan tanto para la conservación del germoplasma y la protección de la biodiversidad genética, como para la mejora de productos regionales típicos.