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Forma de cría del huso

Forma de cría del huso

La poda de plantas frutales sigue el principio de dar, a través de la forma, las mejores características productivas combinadas con el mejor equilibrio vegetativo de la planta.
Entre las formas de cultivo, el fundido se utiliza para el cultivo de algunas frutas de hueso y pomáceas.
En esta técnica, la planta podada en huso tiene un solo tallo central desde el cual numerosas ramas laterales salen a partir de una altura de alrededor de 50 cm desde el suelo.
Esta técnica conduce a la formación de ramas laterales que tienen una longitud decreciente desde la base hasta la parte superior, por lo que la planta adquiere una apariencia similar a un cono.
Esta forma de cultivo se utiliza normalmente para los manzanos y los perales, que en estos casos alcanzan alturas de unos 2-3 metros; Con esta conformación también las operaciones de cultivo se hacen fácilmente manejables desde el suelo.
Una variante del sistema de entrenamiento del husillo es la del sistema de husillo. Este sistema de poda se adopta especialmente en el cultivo comercial intensivo de manzanas, dando a las plantas una forma aún más limitada; en este caso, se espera el uso de injertos enanos que den a la planta un tamaño reducido y una entrada temprana en producción.

Con la implementación de la cría por fusión, las plantas se cultivan muy espesas, con sextas que también prevén distancias de aproximadamente 2 metros entre sí en filas distantes entre sí de 3 o 4 metros. Obviamente, el límite de esta forma de cultivo es que los manzanos injertados en portales que son tan poco vigorosos, y con un sistema de raíces superficiales, están débilmente anclados al suelo y, por lo tanto, requieren un sistema de tutoría que consiste en postes de concreto y cables metálicos.
Las formas de cultivo en estado fundido, y aún más en forma de carrete, no se cultivan en áreas secas o donde no se puede establecer un sistema de riego fijo.
Además, es una opción no recomendada en el cultivo orgánico, donde se prefieren también los sextos más grandes para limitar la transmisión de enfermedades entre plantas y plantas.
De hecho, al aumentar la densidad de los sextos de la planta, aumenta la proximidad de las plantas, disminuye el sombreado recíproco de las técnicas agroecológicas y menos especializadas.
La forma del huso también se puede hacer para el cerezo, con ventajas similares en comparación con el manzano (tamaño pequeño y entrada temprana en la producción) y desventajas (dependencia de las plantas del sistema de riego y de los tutores).
Una variante de la forma de reproducción del huso es la pirámide, pero se adopta con un espaciamiento de siembra más amplio, ya que da mayor posibilidad al desarrollo lateral de las ramas basales.




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