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Acido gálico

Acido gálico

El ácido gálico o, según la nomenclatura IUPAC, el ácido 3,4,5-trihidroxibenzoico, cuya fórmula bruta o molecular es: C7H6O5, es un ácido orgánico contenido en muchos productos de origen vegetal. El ácido gálico se encuentra, por ejemplo, en especies tales como: Averrhoa carambola, Juniperus sabina, Arctostaphylos uva-ursi, Tussilago farfara, Colchicum autumnale, Arnica montana, Tanacetum vulgare, Rubus ulmifolius, Rubus idaeus, Mangera arera, Fragancia de espacio. . etc ..
Particularmente ricos en ácido gálico son también el vino tinto, muchas frutas incluyendo moras y plátanos, soja, en algunas especias como orégano y mejorana, en achicoria y en muchos jugos de frutas hechos de granada, manzana, uvas y arándano.
El ácido gálico es un fenol natural que cae en la categoría de los ácidos fenólicos, con acción antioxidante.
El origen del término galo se deriva de las agallas, excrecencias que se forman en las hojas o en las ramas de las plantas, debido a la parasitosis de hongos, bacterias, insectos o ácaros. Esto se debe a que la planta produce ácido gálico para combatir la proliferación celular. Es un ácido común en especies de plantas leñosas, presente en forma soluble como un éster de ácido quínico o unido a glucosa en gallotannins.

El ácido gálico, además de encontrarse en las hojas y raíces de algunas plantas, también se encuentra en semillas y frutos como las aceitunas y, por lo tanto, es uno de los polifenoles que contiene el aceite de oliva.
Desde la antigüedad, el ácido gálico se ha utilizado para diversos fines: un ejemplo está constituido por la tinta ferrugal utilizada durante siglos y se obtiene mezclando taninos hidrolizables, sulfato de hierro (II) y goma arábiga.
Incluso las propiedades beneficiosas del ácido gálico se conocían desde la antigüedad y muchos alimentos que contienen ácido gálico se han utilizado durante siglos como remedios naturales para diversas enfermedades.
Los indios americanos utilizaban una bebida de arándanos, una fruta rica en ácido gálico, por sus propiedades relajantes y porque se pensaba que era un purificador de sangre; de la corteza de hamamelis, obtuvieron un bálsamo que se consideró efectivo en la prevención de infecciones de la herida, mientras que con las hojas de hamamelis, prepararon té para el tratamiento de los resfriados.
En el campo médico, el ácido gálico es un potente antihemorrágico y se usa en casos de menorragia.
El ácido gálico tiene propiedades antifúngicas, antibacterianas, antivirales, antiinflamatorias y antioxidantes y, según algunos, puede estar indicado en el tratamiento del cáncer y la diabetes.
En el campo de los alimentos, algunos de sus ésteres (etilo, propilo, octilo, etc.) se utilizan ampliamente como conservantes con una acción antioxidante.

Advertencia: La información reportada no es un consejo médico y puede no ser precisa. Los contenidos son solo para fines ilustrativos y no reemplazan el consejo médico.



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