Pepónido
Pepónido
Con el término pepónido, en botánica, nos referimos a una fruta falsa, a menudo de gran tamaño, característica de algunas plantas de la familia de las cucurbitáceas, como la sandía, la calabaza y el pepino.
La palabra peponide viene del griego πέπτω, peptō, que significa «madurar, cocinar», de ahí el término πέπων (-ονος) pepōn (-onos) «cocinado al sol, maduro» (para indicar un tipo de melón) y en latín pepo -onis «popone», gran melón para ser consumido maduro.
La peponida se deriva de un ovario plurararellar que está completamente sumergido en el receptáculo; la pared exterior es coriácea, a veces leñosa; El mesocarpio tiene una consistencia carnosa o jugosa. La peponida tiene muchas semillas sumergidas en una pulpa endocarpica suave y acuosa, derivada en gran parte de la placenta altamente desarrollada.
El pericarpio es más o menos áspero según la especie o la variedad, hasta que puede alcanzar, en algunas especies, una consistencia leñosa. El mesocarpio contiene la pulpa que puede ser dulce, y algunas veces presenta fibrosa o jugosa. A veces, la pulpa se reabsorbe y se forma una gran cavidad central, como en el caso de las calabazas grandes. El peponido suele ser delicuescente en la madurez.
Como se dijo, la cáscara puede variar en consistencia y también puede ser comestible, como la de los pepinos, leñosa, como la de las calabazas. En el grupo de pepónidos, encontramos calabazas, melones, sandías, calabacines, pepinos, melones amargos y los frutos de otras plantas exóticas que tienen en común la tendencia a la escalada, que da nombre a la familia: «corbata», en sánscrito, está a punto de «torcer».