Cómo cultivar champiñones
Cómo cultivar champiñones
Las setas de campo (Agaricus bisporus (J.E. Lange) Imbach, 1946) más conocidas con el nombre francés de champignon, son setas de la familia de las Agaricaceae fáciles de cultivar siempre que se respeten determinadas técnicas. En esta ficha, por tanto, veremos cómo cultivar setas de campo y las precauciones más adecuadas. Dejando de lado los sistemas de producción para la comercialización de grandes cantidades, que requieren de recintos protegidos y acondicionados, nos centraremos en el cultivo que también se puede realizar para uso doméstico. Todo lo que necesitas es un garaje, o debajo de las escaleras, con temperatura controlable y muy poca iluminación, donde realizar el cultivo. Estas son habitaciones donde la temperatura y la humedad son ideales para el crecimiento de los champiñones.
Por comodidad y practicidad de cultivo, se puede iniciar el cultivo con unas cajas de madera, como las de fruta, en las que preparar el sustrato de cultivo y, si hay más cajas, utilizar baldas para colocarlas y con baldas a distancia como para permitir la recolección de champiñones. Estos deben lavarse a fondo, secarse al sol durante un día y cubrirse con plástico negro (como bolsas de basura). En este punto es necesario llenar las cajas por ¾ con el sustrato de cultivo. El sustrato ideal está compuesto por estiércol fresco (caballo o, en su defecto, vacuno), paja y residuos vegetales (hojas, etc.).
Ahora necesitas mezclar bien los componentes, compactar bien el sustrato y regarlo todos los días sin que se produzca estancamiento de agua. Esta operación debe continuarse durante 15-20 días para permitir que el sustrato fermente y, por lo tanto, se vuelva apto para el crecimiento de hongos de campo. Cuando el sustrato ha alcanzado una temperatura de 25°C, es el momento de la inoculación.
El micelio se puede encontrar en tiendas de jardinería o agrícolas o incluso online. Los paquetes son bloques de 2 cm de espesor que deben desmenuzarse y enterrarse a una profundidad de 4 – 5 cm a una distancia de 8-10 cm, teniendo cuidado de colocar una cantidad equivalente a una cucharada de micelio en cada pequeño orificio obtenido. Durante los primeros 10 días, la temperatura de la habitación debe mantenerse alrededor de los 23 °C, cuidando que no entre la luz solar y que no esté ventilada. En este período se debe regar el sustrato cada dos días, evitando siempre el agua estancada. Comenzará la incubación del micelio y se notará por la formación de un velo blanquecino en la superficie. En este punto es necesario cubrir la superficie del sustrato con una capa ligera (unos pocos mm) de tierra calcárea, previamente esterilizada (un horno será suficiente para llevar a unos 120 °C durante un par de horas) y el ambiente la temperatura debe ser bajada a unos 17° C para permitir el desarrollo de las setas.
Después de unos diez días, comenzarás a ver las primeras setas reales que se pueden recolectar al tamaño deseado (no obstante, es recomendable no abrir nunca la tapa para evitar una maduración excesiva). La producción de setas durará aproximadamente un año, periodo en el que la humedad del sustrato debe mantenerse siempre constante con riegos realizados de forma habitual sin que se produzcan estancamientos de agua.
La recogida debe hacerse con delicadeza con un movimiento de rotación de la mano, sin tirar de ellas para evitar extraer también sus raíces. En los espacios que dejan las setas cultivadas es bueno colocar la tierra esterilizada.