Cómo cultivar ajenjo aromático
Cómo cultivar ajenjo aromático
El ajenjo aromático (Artemisia arborescens, L., 1763) es una especie perenne que pertenece a la familia Asteraceae. En esta hoja vemos cómo cultivar absenta aromática.
Las plantas de Artemisia arborescens prefieren lugares muy brillantes, pero pueden soportar cortos períodos de semi sombreado. Estas plantas son moderadamente rústicas y pueden desarrollarse incluso con temperaturas que alcanzan los -4 ° C. No temen el frío y pueden soportar heladas cortas; en caso de heladas intensas puede ocurrir que el ápice de las ramas se arruine, en este caso después del invierno, durante la primavera se procede a una poda que sirve para la eliminación de los tallos en ruinas.
En general, los arbustos Artemisia arborescens, ahora de larga data, toleran incluso períodos prolongados de sequía sin problemas.
Cuando se acaba de plantar una planta de ajenjo, sugerimos proceder regularmente con agua, hasta que la planta se haya estabilizado bien y haya comenzado a ensanchar sus raíces en el suelo.
Es importante verificar que el suelo mantenga el grado de humedad adecuado pero no presente la formación de agua estancada, un fenómeno que puede ser peligroso para la salud de la planta y que también puede causar podredumbre radical.
Las plantas de Artemisia arborescens prefieren suelos frescos y profundos, que exhiben excelentes características de drenaje; Para que esto suceda, es aconsejable preparar un suelo compuesto de una parte de arena o piedra pómez.
Es importante verificar que no haya encharcamientos de agua peligrosos que puedan comprometer la base de la planta, creando serios problemas.
En cuanto a la multiplicación de esta variedad, en primavera es posible sembrar pequeñas semillas grises. Durante el verano, se recogen los esquejes apicales semileñosos, que deben enraizarse en una mezcla de turba y arena en partes iguales. Recuerde que la maceta de enraizamiento debe mantenerse en un lugar sombreado y húmedo hasta que se desarrollen las raíces, ya que los esquejes tienden a secarse muy rápidamente.
Para el mantenimiento del arbusto, después de la floración, es bueno practicar una buena poda, especialmente acortar las ramas que han florecido, para mantener un arbusto denso y compacto. Las flores son escasamente decorativas, mientras que el follaje es muy particular y vistoso, y permanece agradable durante todo el año. Las flores se usan en medicina herbal, el follaje es comestible, con un sabor picante y aromático.
Artemisia arborescens, al ser una planta bastante rústica, no se ve afectada por plagas o enfermedades. En caso de ataques parasitarios y criptogámicos, es aconsejable consultar a un especialista para evitar el uso de productos químicos que, especialmente cuando Artemisia arborescens crece, podrían dañar el hábitat.