Cómo cultivar la almendra de forma biológica
Cómo cultivar la almendra de forma biológica
El cultivo del almendro (Prunus dulcis (Mill.) DAWebb, 1967) con criterios ecológicos, incluso si se trata de un centro del oeste de la planta nativa de Asia, es bastante fácil, ya que se adapta bien a nuestro clima, especialmente en el sur y en especial el Sicilia, Calabria, Puglia, Basilicata y Cerdeña. Esto se debe a que sus requisitos de temperatura, exposición y precipitación son típicos del clima mediterráneo. Es por eso que se puede cultivar con éxito en estas regiones, mientras que encontrar dificultades considerables con temperaturas más frías y los inviernos fríos, especialmente para las heladas tardías que son perjudiciales para el florecimiento de esta especie que puede incluso comenzar a finales de diciembre y continuó hasta marzo.
La almendra prefiere suelos secos, bien drenados y no ricos en arcilla. Es una planta rústica que se adapta a los suelos pobres, pero un buen suministro de materia orgánica aumenta su productividad considerablemente. En cuanto al suelo, debe ser muy profundo porque esta planta está dotada de un sistema de raíces entre la especie de árbol más grande; en algunos casos hay aparatos radicales que tienen un volumen de 5-6 veces el de la corona. Esto se manifiesta sobre todo en suelos secos y, por lo tanto, es una adaptación de la planta a estas condiciones en las que logra sobrevivir. Sin embargo, es evidente cómo el uso del riego, que una vez se evitó para esta planta, representa una técnica que nos permite aumentar la producción y especialmente tenerlos homogéneamente. Las fases para intervenir con irrigación son las de la ampliación y la maduración de la fruta. Para los volúmenes de riego, incluso pequeñas cantidades son advertidas de manera muy eficiente por esta planta.
La almendra se puede cultivar a partir de la semilla, pero para un cultivo adecuado, sugerimos partir de una planta injertada en un portainjerto (por lo tanto, para comprar en viveros especializados) que brinde las mejores garantías para el tipo de suelo y el tipo de clima. En última instancia, los portainjertos principales pueden ser: Franco a partir de semillas de almendras dulces o amargas, pero no es adecuado para riego o suelo sujeto a asfixia; GF 677, utilizado para plantas comerciales, adaptable a muchos suelos excepto arcilla; PS A6, que conduce a un menor vigor de la planta.
Con respecto a las variedades autoincompatibles, la presencia de otras variedades de flores contemporáneas es necesaria para promover la polinización cruzada. El sexto del implante más recomendado es de 6 x 6, mientras que para la forma de reproducción es preferible usar un macetero de 4 o 5 filas.
El fertilizante se debe hacer en el momento de la implantación directa en los hoyos con estiercol maduro o compost y durante las fases de producción con letamazioni en el período de invierno y adición de cenizas (no exagerar en suelos calcáreos) procedentes de la quema de las mismas ramas podadas.
En caso de adversidad, es suficiente implementar un control de pasto o mulching, el uso de «Bacillus thuringiensis» y la repoblación de depredadores mediante las prácticas recomendadas por el control biológico. En este sentido, como la polinización de flores de almendras llevadas por abejas y otros insectos polinizadores, la presencia de colmenas o de cualquier forma de islas ecológicas y naturales en el entorno es apropiada.