Paranthrene tabaniformis
Paranthrene tabaniformis
El parantrene (Paranthrene tabaniformis, Rottemburg, 1775) es una polilla perteneciente a la familia Sesiidae.
Sistemática –
Desde un punto de vista sistemático pertenece a:
dominio eucariota,
Reino Animal,
Sub-reino Eumetazoa,
superphylum protostomía,
filo artrópodos,
subfilo tracheata,
Superclase Hexapoda,
clase insecta,
Subclase Pterygota,
cohorte de endopterigota,
Superorden Oligoneoptera,
sección Panorpoidea,
Orden Lepidópteros,
Suborden Glossata,
infraorden heteroneura,
división de ditrisia,
Superfamilia Cossoidea,
familia Sesiidae,
Subfamilia Sesiinae,
tribu paranthrenini,
Género Paranthrene,
Especies de P. tabaniformis.
Los términos son sinónimos:
– Aegeria tricincta Harris, 1839 (nec Moore, 1879, nec Wileman & South, 1918);
– Albuna denotata Edwards, 1882;
– Albuna denotata f. annulifera Closs, 1920;
– Albuna denotata f. oslari Engelhardt, 1946;
– Albuna denotata f. sangaica Bartel, 1912;
– Paranthrene tabaniformis synagriformis var. intermedia Le Cerf, 1916;
– Sciapteron kungessana Alpheraky, 1882;
– Sesia crabroniformis Laspeyres, 1801 (nec Fabricius, 1793, nec Lewin, 1797);
– Sesia serratiformis Freyer, 1842;
– Sesia synagriformis Rambur, 1866;
– Sphinx asiliformis Denis & Schiffermüller, 1775 (nec Rottemburg, 1775);
– Sphinx rhingiaeformis Hübner, 1790;
– Sphinx sesia Gmelin, 1790;
– Sphinx tabaniformis Rottemburg, 1775;
– Sphinx vespiformis Newman, 1832 (nec Linnaeus, 1761).
Dentro de esta especie se identifican tres subespecies:
– Paranthrene tabaniformis tabaniformis;
– Paranthrene tabaniformis kungessana (Alpheraky, 1882);
– Paranthrene tabaniformis synagriformis (Rambur, 1866).
Distribución Geográfica y Hábitat –
Paranthrene tabaniformis es un insecto que frecuenta una amplia gama y está presente y muy extendido en Europa, África del Norte, Asia y América del Norte.
Está presente en Italia, donde está muy extendida.
Esta polilla vive a expensas de algunas plantas hospederas como el álamo, el sauce y el abedul, siendo una de las plagas más peligrosas por los daños que provocan las larvas que cavan túneles en la madera.
Morfología –
El parantrene, en su estado adulto, se parece a la Hymenoptera Vespoidei, de ahí el nombre de avispa.
Los adultos tienen una envergadura de unos 20-35 mm con un cuerpo negruzco. el abdomen tiene las típicas bandas anulares amarillentas, con un mechón de pelo oscuro en su parte distal.
Las alas delanteras (que en general se diferencian de las alas típicas de los lepidópteros por parecerse a los vespoideos) están cubiertas de escamas marrones débiles, tienen un aspecto casi transparente, mientras que las alas traseras son completamente transparentes.
Las larvas son de color blanquecino, de 25-35 mm de largo cuando están maduras y con una cabeza de color marrón rojizo. Del abdomen, en el último tergito, sobresalen dos pequeñas espinas.
Actitud y Ciclo de Vida –
El ciclo biológico de Paranthrene tabaniformis se completa en uno o dos años, según las condiciones climáticas; el insecto pasa el invierno en estado de larva, más o menos maduro, dentro de los túneles excavados en la madera.
Tiene un período de parpadeo bastante largo que va desde principios de mayo hasta finales de julio y, en algunos casos, incluso más allá. Sin embargo, el pico de los parpadeos es a mediados de junio.
Después del apareamiento de los adultos, la oviposición se produce en la base de las hojas, en los brotes o en las grietas de la corteza; la deposición tiene lugar con mayor frecuencia en los brotes menos vitales o dañados.
Después de aproximadamente una semana, nacen las larvas que inmediatamente comienzan a cavar pequeños túneles subcorticales, llegando, más tarde, a la médula. Con la llegada de la estación adversa, las larvas cierran los túneles con rosura e hibernan. La actividad se reanuda en la primavera siguiente para oscilar desde mayo hasta finales de verano.
Debido al largo período de parpadeo, se pueden tener generaciones completas en uno o dos años.
Rol Ecológico –
El parantrene puede causar, en condiciones de elevado número de poblaciones, daños a las plantas, especialmente al chopo o sauce, determinados por los estadios larvales que cavan túneles en la zona medular, especialmente de los jóvenes asteres en vivero; sin embargo el daño también se produce en los chopos sobre las ramas y sobre las ramas jóvenes que se rompen fácilmente por la acción de los fitófagos.
Entre otras cosas, se producía el parpadeo y la intensidad de las presencias se nota por los residuos que dejaban las crisálidas mitad dentro y mitad fuera de los orificios de salida de los túneles.
Además, la planta, en el punto de entrada de la larva, reacciona con un típico hinchamiento; de hecho la larva antes de llegar a la médula cava las galerías subcorticales que determinan estas reacciones.
Las lesiones y túneles producidos por este fitófago provocan, además de los daños directos descritos, también daños indirectos incluyendo el debilitamiento de la planta, mayor receptividad a patógenos de heridas como caries y cáncer de corteza, particularmente favorecido por heridas abiertas.
Antes de abordar el tema relativo a la defensa fitosanitaria contra este insecto, es útil saber que esta polilla se encuentra en relación de biocenosis con algunos antagonistas; entre estos recordamos:
– Leskia aurea: Diptera Larvevoride, parasitoide de larvas;
– Himenópteros tales como: Bracon fulvus, Ephialtes abbreviatus, Apanteles parasitella;
– pájaros, especialmente pájaros carpinteros; estos son excelentes depredadores de larvas.
También es interesante la posibilidad de utilizar nematodos que bajo ciertas condiciones pueden llegar a ser aplicativos.
Sin embargo, el control biológico contra Paranthrene tabaniformis debe desarrollarse aún más. Actualmente se están probando formulaciones biológicas con el hongo Beauveria bassiana o con Nematodos del género Neoaplectana, inyectados en el túnel o distribuidos en los órganos leñosos.
En el caso de intervención con químicos sintéticos, es necesario evaluar cuidadosamente el largo período de parpadeo lo que se vuelve muy importante para conocer el momento de máxima presencia (máxima oviposición).
Para ello es imprescindible la realización de un censo de población; en este sentido se puede utilizar:
– trampas de seguimiento con feromonas sexuales; las trampas deben instalarse a mediados de mayo; se utilizan principalmente para establecer «picos» parpadeantes. Sin embargo, en el vivero, ambiente en el que el daño es más grave, se ha establecido un umbral de intervención que corresponde a 10-15 adultos capturados por trampa por semana; en este caso son unos 15-20 días después de superar el umbral, tratando de evitar tratamientos demasiado precoces.
– muestreo de las larvetas: en este caso el tratamiento se realiza a la primera aparición de las larvetas, cuando todavía están en el envés.
En el caso de condiciones mínimas adecuadas (que no coincidan con la presencia de polinizadores y otra entomofauna y fauna útil), se pueden realizar 2-3 tratamientos cada 10-15 días, uno a la vez. En estos casos es recomendable el uso de insecticidas microencapsulados que permitan, en función de la lenta liberación del principio activo y el consiguiente mayor tiempo de persistencia, reducir el número de tratamientos manteniendo siempre las plantas protegidas.
Para chopos ornamentales o en el caso de ataques poco generalizados, es posible combatir el insecto soplando sustancias insecticidas (en solución o como gas) en los túneles.
Guido Bissanti
Fuentes
– Wikipedia, la enciclopedia libre.
– Russo G., 1976. Entomología Agrícola. Parte Especial. Liguori Editore, Nápoles.
– Pollini A., 2002. Manual de entomología aplicada. Edagricole, Bolonia.
– Tremblay E., 1997. Entomología aplicada. Liguori Editore, Nápoles.
Fuente de la foto:
– https://spain.inaturalist.org/taxa/227054-Paranthrene-tabaniformis