Edwardsiana rosae
Edwardsiana rosae
La cigarra de la rosa (Edwardsiana rosae L.) es un pequeño insecto perteneciente a la familia Cicadellidae.
Sistemático –
Desde el punto de vista sistemático pertenece a la Eucariontes dominio, Reino Animalia, Subreino Eumetazoa, Rama Bilateria, Phylum Arthropoda, Subphylum Hexapoda Clase Insecta, Subclase Pterygota, Cohorte exopterygota, Subcoorte Neoptera, Superorden paraneoptera, Sección Rhynchotoidea, orden Hemiptera, suborden Homoptera, Sección Auchenorrhyncha, Infraorden Cicadomorpha, Superfamilia Membracoidea, Familia Cicadellidae y, por lo tanto, al Género Edwardsiana y a la Especie T. rosae.
Esta especie ha sido clasificada repetidamente con varios sinónimos de los cuales recordamos el más utilizado:
– Typhlocyba rosae L.
Distribución geográfica y hábitat –
La cigarra de la rosa es un insecto muy común a nivel planetario y es un fitófago extremadamente polífago que ataca a las rosáceas, al espino y a la sorba, y también a otras plantas ornamentales.
Morfología –
La Cicalina della Rosa es un pequeño insecto de unos 3-5 mm de largo.
En la etapa adulta es reconocido por su color blanquecino, con alas de techo inclinadas en el cuerpo.
Las ninfas son amarillas, de color blanquecino, son atentas y viven, como adultos, en el envés de las hojas.
Los huevos de este insecto son muy pequeños y difíciles de identificar a simple vista.
Aptitud y ciclo biológico –
Edwardsiana rosae pasa el invierno como un huevo, que se deposita debajo de los tejidos epidérmicos, en las ramitas herbáceas jóvenes.
A la llegada de la primavera, alrededor del mes de abril, la actividad se reanuda con la aparición de las ninfas que se produce entre la primavera y el verano.
Por lo tanto, este insecto normalmente cumple 2 generaciones.
Papel ecológico –
La cigarra de la rosa es una especie muy polífaga, común en muchas rosáceas y otras plantas ornamentales.
Debido a su actividad, debido a las picaduras de nutrición en todas las etapas, tanto en las hojas como en los brotes hay decoloraciones típicas; Las páginas superiores de las hojas aparecen veteadas y sombreadas, especialmente a lo largo de las costillas y en la parte central de la hoja.
De esta forma se forman áreas punteadas, o parches enteros, de color plateado o amarillo blanquecino, dependiendo de la intensidad del ataque.
Debido a estas manifestaciones, las hojas afectadas disminuyen la capacidad fotosintética incluso si rara vez se produce una defoliación intensa.
Los síntomas más intensos ocurren en primavera y verano.
Aunque el daño a menudo es desagradable, las rosas generalmente pueden resistir ataques fuertes y, cuando sea posible, el daño debe ser tolerado y el uso de pesticidas solo como último recurso. Estos parásitos tienen muchos enemigos naturales y, en muchos casos, los procesos naturales limitan el daño.
En caso de infestaciones abundantes, se pueden realizar tratamientos, con los primeros síntomas, con fenitrotión, extracto de piretro, etofenprox y piretroides. Hoy, con la ayuda de trampas para el monitoreo, con feromonas y cromotrópicos, es posible aplicar un buen tipo de control integrado, interviniendo con el químico solo antes de que el daño se vuelva inaceptable, en caso de que el control biológico no sea suficiente.
Sin embargo, tenga en cuenta que las plantas con flores nunca deben rociarse para no dañar los insectos polinizadores.
Guido Bissanti
Fuentes
– Wikipedia, la enciclopedia libre.
– Russo G., 1976. Entomología agrícola. Parte especial Liguori Editore, Nápoles.
– Tremblay E., 1997. Entomología aplicada. Liguori Editore, Nápoles.