La Xantofilla
La Xantofilla
La xantofila es un pigmento amarillo, muy común en las plantas, que se encuentra especialmente en los cloroplastos y, por lo tanto, es particularmente abundante en las hojas. La xantofila pertenece al grupo carotinoide y es probablemente un derivado de la carotina por oxidación. El término xantofila proviene del griego ξανθός (xanthos), que significa amarillo y φύλλα (fylla), hoja.
El término xantofila fue dado en 1873 por Berzelius al pigmento soluble en etanol extraído de las hojas de otoño. La cantidad de xantofila en las hojas varía entre 0.7 y 1.2 gr / kg, mientras que la proporción entre carotina y xantofila es de aproximadamente 0.6.
Cuando, en otoño, nos acercamos al final de la actividad fotosintética de las hojas, la xantofila se vuelve absolutamente prevalente, tanto libre como combinada con ácidos grasos en el estado de éster.
Además de los cloroplastos, la xantofila también se encuentra en los leucoplastos y en los pétalos de varias flores, especialmente de Compuesto; muchos isómeros son conocidos no solo en el reino vegetal, sino también en el reino animal, como por ejemplo. En la yema de huevo de gallina (luteína).
El origen de la xantofila debe considerarse común con el de fitotina y clorofila caroteno; todos son compuestos que, probablemente, provienen del núcleo del isopreno y tienen relación con otros lipoides de las plantas y con los terpenos. La xantofila tiene un espectro de absorción característico, y algunas reacciones, como la del bromo en solución de cloroformo y la de cloruro férrico.
Con respecto al papel y la función de la xantofila, todavía hay algunos aspectos que deben aclararse. Sin embargo, se piensa que las relaciones genéticas entre carotina y xantofila, en relación con el oxígeno, pueden atribuir a este par de compuestos una función importante en el metabolismo del oxígeno, tanto en la fase respiratoria como en la liberación de oxígeno que se produce. De la división del dióxido de carbono en la fotosíntesis de la clorofila.
Al género de la xantofila pertenecen otras sustancias presentes en la naturaleza; estos son: luteína, criptoxantina, zeaxantina (contenida en el maíz), violaxantina y rubixantina. Se encuentran en las hojas verdes de todas las plantas, en el maíz, en la alfalfa, en muchas otras plantas y también en animales (crustáceos y aves). Cabe señalar que algunas xantofilas, como la capsantina y la capsorrubina contenidas en la paprika, se consideran tradicionalmente derivados del caroteno y no de la xantofila. Desde el punto de vista comercial, la principal fuente de las xantofilas son las flores de la Tagetes erecta.
Las xantofilas se utilizan como colorantes para productos alimenticios; su uso está permitido porque, además de ser de origen natural, el uso prolongado en la nutrición humana nunca ha causado reacciones dañinas.
Las xantofilas también se usan en cosméticos tanto como tintes como por sus propiedades bioquímicas. Las xantofilas son ampliamente utilizadas en la industria alimentaria para productos de panadería, helados, postres, salsas, mayonesa, frutas confitadas, bebidas y productos dietéticos, bocadillos.
También en el campo zootécnico, se utilizan sustancias pertenecientes al grupo xantofila, como la luteína y la zeaxantina, que a diferencia de los carotenoides no oxigenados, como el β-caroteno, son metabolizados por el animal y depositados en la grasa subcutánea o en la yema de huevo. Huevo, al que le confieren el característico color amarillo.
Con respecto a los aspectos regulatorios, la ley actual de alimentos de Italia (D.M. 27 de febrero de 1996 No. 209) enumera las xantofilas bajo el encabezado E 161.
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