Attalea butyracea
Attalea butyracea
El corozo o cuesco, cuma, coyoles, shebón, curumuta, palma de vino, yagua (Attalea butyracea (Mutis ex L. f.) Wess. Boer) es una especie arbórea perteneciente a la familia Arecaceae.
Sistemática –
Desde un punto de vista sistemático pertenece a:
Dominio eucariota,
Reino plantae,
División Magnoliophyta,
Clase Liliopsida,
Subclase Arecidae,
Orden arecales,
Familia de las arecáceas,
Subfamilia Arecoideae,
Tribu Cocoseae,
Subtribu Attaleinae,
Género Attalea,
Especie A. butyracea.
El término es básico:
– Cocos butyracea Mutis ex L.f..
Los términos son sinónimos:
– Attalea blepharopus Mart.;
– Attalea gomphococca Mart.;
– Attalea humboldtiana Spruce;
– Attalea macrocarpa (H.Karst.) Wess.Boer;
– Attalea pycnocarpa Wess.Boer;
– Attalea wallisii Huber;
– Cocos butyracea Mutis;
– Scheelea blepharopus (Mart.) Burret;
– Scheelea butyracea (Mutis ex L.f.) H.Karst.;
– Scheelea butyracea (Mutis ex L.f.) H.Karst. ex H.Wendl.;
– Scheelea dryanderae Burret;
– Scheelea excelsa H.Karst.;
– Scheelea gomphococca (Mart.) Burret;
– Scheelea humboldtiana (Spruce) Burret;
– Scheelea macrocarpa H.Karst.;
– Scheelea passargei Burret;
– Scheelea regia H.Karst.;
– Scheelea wallisii (Huber) Burret.
Etimología –
El término Attalea deriva del nombre de Attalo Filometore Evergete (170 a. C. – Pérgamo, 133 a. C.), llamado en la historiografía moderna Attalus III, rey de Pérgamo desde el 138 a. C. hasta su muerte y estudioso de la medicina y la botánica.
El epíteto específico butyracea proviene del adjetivo latino butyraceus, a, um, es decir, mantecoso, aceitoso, en referencia a las semillas oleaginosas.
Distribución Geográfica y Hábitat –
Attalea butyracea es una palmera originaria de una zona que va desde México hasta el norte de Sudamérica. Su distribución incluye: Bolivia, Brasil (Acre, Amazonas, Amapá, Distrito Federal de Brasilia, Goiás, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Pará, Roraima, Rondônia y Tocantins), Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Hondura, México (Campeche, Chiapas, Oaxaca, Tabasco y Veracruz), Panamá, Perú, Trinidad-Tobago y Venezuela.
Su hábitat natural es el sotobosque de los bosques húmedos, a menudo a lo largo de las márgenes de los ríos, y en las sabanas y semiáridos degradados, donde suele ser la especie dominante, frecuentemente en zonas planas a lo largo de cursos de agua, desde el llanuras costeras a 1.000 metros.
Descripción –
Attalea butyracea es una palmera monoica, siempreverde, de un solo tallo, que alcanza alturas de 8 a 10 metros y con un tronco de 35 a 75 cm de diámetro.
El tronco es de color marrón grisáceo, cubierto en la parte más joven por la base de las hojas viejas.
Tiene de 25 a 40 hojas con vainas de 1-1,5 m de largo y 30-45 cm de ancho, con raquis de 4-5 m de largo. Las hojas son pinnadas, de hasta 9 m de largo con base foliar provista en los márgenes de robustas fibras rígidas, pecíolo corto o ausente, pinnulas lineares, de hasta 1,5 m de largo en la parte central y de cerca 6 cm de ancho, de color brillante. color verde arriba, verde pálido abajo, distribuidas regularmente a lo largo del raquis en el mismo plano y dispuestas verticalmente en la segunda mitad de la hoja.
Las inflorescencias se encuentran entre las hojas inicialmente encerradas en una espata leñosa persistente de hasta cerca 2 m de largo, erectas, colgantes en frutos, ramificadas, de hasta 1,3 m de largo, llevando flores masculinas solamente o con flores femeninas en la base. y flores masculinas en el ápice.
Las flores masculinas son de color crema claro con tres sépalos, tres pétalos, largos cerca 1,5 cm y 6 estambres; las flores femeninas son de color crema oscuro de cerca 2 cm de largo; las flores desprenden un olor acre.
Los frutos son de forma ovoide o elipsoidal, con ápice en punta, de 5-10 cm de largo y 3-4,5 cm de diámetro; son de color amarillo, naranja o marrón cuando están maduros.
En su interior hay 1-3 semillas blanquecinas, de 3-5 cm de largo y 0,6-1,4 cm de diámetro, que contienen un 50-60% de aceite.
Cultivo –
La Attalea butyracea es una palmera de hoja perenne que se ha utilizado desde la antigüedad, en las zonas de origen, para diversos usos, incluido el alimentario.
Esta planta es una de las más extendidas en América tropical y cultivable en zonas de clima tropical y subtropical. De adulto, puede resistir descensos esporádicos, y por brevísimo tiempo, de temperatura en torno a los 0 ºC.
Las plantas prosperan en climas tropicales húmedos donde las temperaturas nunca bajan de los 10 °C, la precipitación anual promedio es de 1500 mm o más y el mes más seco tiene 25 mm o más de lluvia.
En cultivo requiere pleno sol, disponibilidad de agua y no es exigente con el suelo, sin embargo prefiere un suelo húmedo.
Es una palmera de gran valor paisajístico, pero poco empleada, aprovechable aislada, en grupo o en hileras en grandes parques y jardines.
La planta se reproduce por semilla, limpia de restos de frutos, colocada a una profundidad de unos 5 cm, a una temperatura de 26-28 ºC. La germinación generalmente ocurre en 4-6 meses.
Costumbres y tradiciones –
Attalea butyracea es conocida en las zonas de origen con varios nombres entre ellos: corozo, cuesco, cuma, coyoles, shebón, curumuta, palma de vino, yagua; en inglés con los nombres de American oil palm, rooster-tail palm, yagua palm; en Brasil (portugués) como aricuri, jaci; en español con los nombres de canambo, coquito, corozo, corozo de puerco, coyol real, palla, palma de agua, palma de vino, palma real, yagua.
El fruto de esta especie ha sido utilizado, desde la antigüedad, como alimento en diversas comunidades indígenas de América del Sur. La pulpa, de color amarillo, es una importante fuente de sustento para los nativos.
El endocarpio se utiliza como combustible. El mesocarpio de la fruta se utiliza para preparar bebidas para el vino. De la semilla se obtiene un aceite que se utiliza en la fabricación de jabones (aunque la particular dureza del endocarpio es un obstáculo para su extracción comercial), mientras que la torta resultante se utiliza como alimento para animales. Además, el palmito es un rico alimento.
Entre los usos agroforestales, se debe recordar que esta palma se propaga muy rápidamente en hábitats alterados y hechos por el hombre.
Esta característica le otorga un excelente potencial para su uso como especie pionera en la restauración de bosques nativos y, dada su amplia gama de usos, la hace particularmente útil en la creación de jardines forestales.
Las hojas también se utilizan ampliamente para techos de paja y para tejer en diversos artículos.
Si se cosecha en el momento adecuado (con hojas ni demasiado viejas ni demasiado jóvenes), los techos de este material pueden durar cuatro años o más.
Las frondas grandes se dividen a lo largo, a lo largo de la nervadura central. Luego se colocan uno al lado del otro y se atan a vigas hechas de postes. Finalmente, los folletos se tejen juntos. En general, los techos de hojas de palma deben ser lo suficientemente empinados para permitir la escorrentía del agua de lluvia y evitar la infiltración.
Con una fibra obtenida de las hojas se pueden hacer cuerdas y telas toscas.
La madera se utiliza para la construcción.
Método de preparación –
Attalea butyracea es una palmera cuyos palmitos se consumen. Son un alimento crujiente y rico en nutrientes que se puede comer crudo o cocinado. Sin embargo, debe recordarse que cosechar el cogollo provocará la muerte de la planta, ya que no puede producir nuevos brotes.
Se puede hacer una bebida alcohólica a partir de la savia fermentada. La savia se obtiene quitando el brote apical (que, como se ha dicho, es comestible). La savia se acumula en la cavidad donde estuvo el brote.
la fruta se come cruda; tiene una pulpa carnosa y fibrosa, de buen sabor, con una textura densa, casi seca, y un sabor ligeramente dulce y a nuez.
Las semillas se comen y son ricas en aceite.
Guido Bissanti
Fuentes
– Acta Plantarum – Flora de las regiones italianas.
– Wikipedia, la enciclopedia libre.
– GBIF, la Facilidad Global de Información sobre Biodiversidad.
– Base de datos útil de plantas tropicales.
– Conti F., Abbate G., Alessandrini A., Blasi C. (ed.), 2005. Una lista comentada de la flora vascular italiana, Palombi Editore.
– Pignatti S., 1982. Flora de Italia, Edagricole, Bolonia.
– Treben M., 2000. Salud de la Farmacia del Señor, Consejos y experiencias con hierbas medicinales, Ennsthaler Editore.
Fuente de la foto:
– https://inaturalist-open-data.s3.amazonaws.com/photos/204295586/original.jpeg
– https://medialib.naturalis.nl/file/id/U.1124601/format/large
Atención: Las aplicaciones farmacéuticas y usos alimúrgicos se indican únicamente con fines informativos, de ninguna manera representan una prescripción médica; por lo tanto, declinamos toda responsabilidad por su uso con fines curativos, estéticos o alimentarios.