Selenicereus costaricensis
Selenicereus costaricensis
La Pitaya de Costa Rica (Selenicereus costaricensis (F.A.C.Weber) S.Arias & N.Korotkova) es una especie suculenta perteneciente a la familia Cactaceae.
Sistemática –
Desde un punto de vista sistemático pertenece a:
Dominio eucariota,
Reino plantae,
División Magnoliophyta,
Clase Magnoliopsida,
Orden Caryophyllales,
Familia de las cactáceas,
Género Selenicereus,
Especies de S. costaricensis.
El término es básionimo:
– Cereus trigonus var. costaricensis (Britton & Rose) F.A.C.Weber.
Los términos son sinónimos:
– Cereus costaricensis (Britton & Rose) A.Berger;
– Cereus costaricensis F.A.C.Weber;
– Cereus trigonus subsp. costaricensis F.A.C.Weber;
– Hylocereus costaricensis (F.A.C.Weber) Britton & Rose;
– Hylocereus microcladus Backeb..
Etimología –
El término Selenicereus proviene del griego Σελήνη Seléne Selene, diosa de la Luna, y de Cereus (de cēreus cero: debido a la forma columnar de muchas especies de este género) cereo: Cereus de floración nocturna.
El epíteto costaricensis se compone de dos partes: «costa» y «ricensis». «Costa» proviene del español y significa «costa» o «línea de costa». En este contexto, se refiere a Costa Rica, un país centroamericano conocido por sus hermosas costas que bordean los océanos Pacífico y Atlántico. La palabra «ricensis» proviene del latín y se utiliza para formar adjetivos que indican pertenencia a una determinada localidad o región. En este caso, «costaricensis» indica el origen relativo a Costa Rica.
Distribución Geográfica y Hábitat –
Selenicereus costaricensis es una planta originaria de Nicaragua hasta el norte de Perú, aunque su área de distribución natural es difícil de determinar porque ha sido ampliamente cultivada.
Su hábitat es el de los bosques costeros secos o caducifolios, en altitudes de 0 a 1.400 m sobre el nivel del mar.
Descripción –
Selenicereus costaricensis es un cactus fácilmente reconocible por sus tallos triangulares de gran variedad en tamaño y grosor. Es una especie con tallos muy variables en cuanto a tamaño y grosor; sin embargo, se podrían incluir muchos más taxones o especies dentro de esta especie.
Tiene tallos decumbentes, de 1-3 (-10) cm de ancho, generalmente bastante gruesos; canales o alas 3 (-4), márgenes lisos a ligeramente lobulados; entrenudos 2-3,5 x 0,1-0,2 cm; areolas prominentes, mostrando pelos gruesos y cortos y espinas (1-) 3-6 (-9) cortas, 2-4 mm negras, pelos 2, brillantes, a veces caducos; epidermis gris verdosa, +- glauca sobre material carnoso.
Las flores son brotes jóvenes, globosos, en forma de embudo, de 22-30 cm de largo, fuertemente perfumados; cilíndrico-ovoide, de cerca 4 cm de largo, bractéolas angostas, foliáceas, numerosas, imbricadas, de 1-2 cm de largo; receptáculo robusto, de 10–15 cm, garganta obcónica, de 6 cm de ancho en el orificio, bractéolas foliáceas, persistentes, particularmente imbricadas hacia la base, de color verde con márgenes morados; tépalos de 11–15 cm, exterior amarillo verdoso, interior blanco; lóbulos estigmáticos aprox. 12, no bifurcado; ovario cubierto por grandes bractéolas superpuestas, anchas a triangulares, de 0,5–3 cm.
La floración es entre verano y otoño.
El fruto es de forma ovalada a globular, magenta brillante, pulpa morada.
Las semillas en forma de pera son de color negro de aproximadamente 1 cm.
Cultivo –
Selenicereus costaricensis se cultiva comercialmente por su fruto, llamado pitaya o pitahaya, pero también es una trepadora ornamental con flores enormes.
Hoy se cultiva comercialmente en muchas partes del mundo, incluyendo Costa Rica, Colombia, México, Vietnam y China. Su creciente popularidad ha llevado a la difusión de varias variedades y colores híbridos, incluidas variedades con pulpa blanca o amarilla.
Es una planta epífita o xerofítica de fácil cultivo y crecimiento rápido. Necesita un suelo con mucho humus y suficiente humedad en verano. No se debe cultivar por debajo de 10°C en invierno. Se puede cultivar en semisombra o a pleno sol. La luz adicional a principios de la primavera estimulará la brotación.
Esta planta florece de noche. Las flores se abren solo una noche y liberan un fuerte aroma para atraer a los polinizadores nocturnos, como las polillas. Después de la fertilización, se desarrollan frutos, que tardan unos meses en madurar.
Estas plantas generalmente se cultivan en jardines o invernaderos, a menudo con soportes verticales para trepar. También pueden crecer en árboles u otras plantas como plagas epífitas.
La propagación es principalmente a través de esquejes o semillas.
Costumbres y tradiciones –
Selenicereus costaricensis es una planta originaria de las regiones tropicales de Centroamérica con una historia de uso y cultivo muy ligada a los antiguos pueblos indígenas de Centroamérica, quienes han cultivado y consumido este fruto durante siglos. Los mayas, por ejemplo, consideraban esta pitahaya una planta sagrada y la utilizaban tanto como alimento como con fines rituales.
Se considera un símbolo de buena suerte y fertilidad y suele comerse durante celebraciones o ritos religiosos. En el pasado, a menudo se entregaba como regalo especial a los dioses o invitados importantes.
Tras la llegada de los colonos españoles a América, esta planta también se introdujo en otras partes del mundo. La planta se adaptó bien a las condiciones climáticas de muchas regiones tropicales y subtropicales y comenzó a cultivarse en muchas zonas de Asia y África.
En las últimas décadas ha ganado popularidad como una fruta exótica y saludable. Su sabor dulce y jugoso, junto con la característica pulpa roja salpicada de pequeñas semillas negras, ha conquistado a muchos consumidores. La fruta es rica en vitaminas, antioxidantes y fibra, y a menudo se come fresca o se usa para preparar jugos, batidos y postres.
El sabor de la pitahaya costarricense es dulce, con una agradable combinación de acidez.
Es una fruta rica en vitaminas, minerales y antioxidantes y se considera un alimento saludable. Se cree que tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y que mejoran la digestión. Además, su pulpa contiene fibras que pueden favorecer la regularidad intestinal.
Es una buena fuente de vitamina C, que juega un papel importante en el sistema inmunológico, la formación de colágeno, la absorción de hierro y como antioxidante.
La vitamina B2 (riboflavina) está presente, aunque en pequeñas cantidades, que está involucrada en el metabolismo energético y la salud ocular.
También está presente la vitamina B3 (Niacina), otra vitamina del grupo B que juega un papel esencial en el metabolismo energético celular.
Contiene una pequeña cantidad de hierro, un mineral necesario para la producción de hemoglobina y para el transporte de oxígeno en el cuerpo.
El calcio está presente en pequeñas cantidades y es esencial para la salud de los huesos y los dientes, además de desempeñar un papel importante en la contracción muscular y la transmisión nerviosa.
Esta fruta también es una buena fuente de fibra dietética, que puede contribuir a la regularidad intestinal y la salud digestiva en general.
Finalmente, se destaca que esta fruta es una de las pocas que contienen indicaxantina, una betalaína, un tipo de pigmento vegetal antioxidante.
Además, al ser una fruta rica en agua, es un buen alimento hidratante.
Método de preparación –
Selenicereus costaricensis es una fruta exótica que frecuentemente se come fresca.
Debe consumirse separando suavemente la pulpa de la piel exterior. La pulpa debe desprenderse fácilmente, ya que es lo suficientemente suave.
La pulpa se puede servir de diferentes formas. Se puede cortar en rodajas o cubos y añadir a una ensalada de frutas, una ensalada o un batido, pero se puede comer directamente como fruta fresca.
La pulpa es jugosa, dulce y refrescante, con numerosas pequeñas semillas comestibles. Es rico en vitaminas, minerales y antioxidantes, por lo que es una opción saludable para la dieta.
Guido Bissanti
Fuentes
– Acta Plantarum – Flora de las regiones italianas.
– Wikipedia, la enciclopedia libre.
– GBIF, la Facilidad Global de Información sobre Biodiversidad.
– Base de datos útil de plantas tropicales.
– Conti F., Abbate G., Alessandrini A., Blasi C. (ed.), 2005. Una lista comentada de la flora vascular italiana, Palombi Editore.
– Pignatti S., 1982. Flora de Italia, Edagricole, Bolonia.
– Treben M., 2000. Salud de la Farmacia del Señor, Consejos y experiencias con hierbas medicinales, Ennsthaler Editore.
Fuente de la foto:
– https://inaturalist-open-data.s3.amazonaws.com/photos/27361450/original.jpg
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